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153 que sigue el eterno peregrinaje de los familiares en búsqueda de sus seres queridos. Tal como su protesta, su memoria es activa: reúne evidencias y pistas con el objetivo inalcanzable de encontrar a sus familiares y de crear conciencia en un espacio público sometido a la represión. Paradigmáticamente, las fotografías durante la dictadura se vuelven peligrosas. Se usan para identificar a pers onas perseguidas por el estado; las fotos grupales permiten entablar vínculos, identificar a más “sospechosos”. Por ello, las imágenes permanecen ocultas, a resguardo y son sacadas sólo en circunstancias conmemorativas. En estas ocasiones, la imagen fotográfica sale del álbum para ir en búsqueda del cuerpo físico del desaparecido, para denunciar un acontecimiento del cual se prescinde de información. Entonces los familiares ponen en marcha una investigación colectiva y van nutriendo su memoria de testimonios y documentos. Poco a poco, recordar y relatar quién era, qué hacía, dónde estudió, cómo era su vida, qué pensaba, cuáles eran sus gustos, sus amores, su militancia, se integra a este proceso memorial. Se debe recobrar, aunque sea simbólicamente, este cuerpo y recordar a la sociedad cada detalle de su existencia, de su vida y su historia, para que la exigencia del reclamo de justicia se expanda. Cada huella física sobre un objeto es considerada “archivable”, todo detalle del proceso judicial, pero incluso el último gesto, la evocación de la última despedida son “archivados” simbólicamente. Hay familias que dejan intacto los maletines de sus seres queridos, su estudio, sus vinilos. Conservan sus boquillas para fumar, su máquina de afeitar, las cajas de sus perfumes, sus closet de ropa femenina, recetas de lentes, cartas de amor, bibliotecas de libros... La recopilación de estos rastros no se amplía exclusivamente al grupo familiar, sino que es colaborativa e incluye todo testimonio, información o hecho que se ligue a la vida del desaparecido tanto antes como después de su desaparición. Fotografías de amigos, testimonios de detenidos, investigaciones legales y declaraciones de desconocidos, entre otros, Verónica Troncoso | Paulina Soto