Archivo: diálogos iniciales

106 Archivo. Diálogos iniciales Tengo la impresión que Valparaíso es siempre algo más, más que un conjunto de calles o un conjunto de individuos, o un conjunto de tradiciones, de costumbres o cultura. Hay una condición que se transmite más allá y que se plasma en la identidad y se sedimenta no sólo en su tectónica cotidiana, sino en lo precario del acontecer, en la inefable mirada de que algo sucederá y que sólo la espera de ver y contemplar ese algo, nos llevaría a pensar que un proceso o una señal en muy corto tiempo sucederá y aparecerá a la vez. Este paisaje de acontecimientos, que tiene la capacidad de construir una representación a través de una paradoja de la presencia sobre la ausencia de orden, que no indica un des-orden sino una pregunta sobre ¿Qué es? duplica la ausencia y la eficacia de la cosa misma. Ese Valparaíso que se representa bajo una ciudad compleja y de una naturaleza entrópica, que transforma y transmuta sus signos sobre una gramática de sedimentada tectónica espacial, nos espera sobre el transcurso de su historia que nos hablara sobre los modos de habitar y su construcción de una poética expuesta. Esta relación dialéctica sobre la materia entre borde y paisaje, materia e intérprete, experiencia y ser, expone a Valparaíso como pura exterioridad desplegada, Valparaíso es un umbral del lenguaje, donde la escritura de sus huellas sobre la geografía y su cota, demarca un espacio de la memoria donde no hay olvido, por que no hay recuerdo igual a otro, es la memoria de lo que la palabra está aún siempre por decir, es rumor de límites. 31 31. Cuesta, José M. “La escritura del instante. Una poética de la temporalidad”. Ed. Akal, Madrid 2001. pp. 7.

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