Archivo: diálogos iniciales
103 Es así como las notaciones del intérprete y la espacialidad cotidiana, se entrecruzan como nos recuerda Lefevbre y como lo enmarcamos en nuestro campo de batalla, en un entretejido de niveles de diferentes realidades y de profundas lecturas sobre la huella de lo otro, donde las historias, biografías, la condiciones entrópicas de lo cultural se convierten en sedimento social, y se transforman y mutan sobre las bases de las extensiones de lo cotidiano, dando cabida a un otro tejido de realidades. La notación del intérprete de esta manera, sobre las representaciones es una especie de códice abierto y extenso sobre nuestros propios imaginarios replanteando la noción de identidad que depositada sobre las condiciones de sus cerros y su especulación urbanas, y entretejida por las realidades, actúa como espacio de encuentro bajo el discurso de la experiencia, condición que se extrapolaría más adelante como lo veremos ante la existencia de lo multicultural, sin embargo ya cerca de principios de siglo Valparaíso era un depósito de identidades nítidas que se fueron integrando al marco de referencias geográfica que a su vez se fueron diluyendo dentro del espacio de encuentro y exponiendo a la experiencia como una portadora de la evidencia, me refiero a las historias y lecturas al paso de un evento de un Valparaíso acontecido. Una pregunta descifra mucho más que un mapa o un tipo de narración descriptiva a una ciudad en-sí, un Valparaíso profundo que es al mismo tiempo mínimo y universal, liso y estriado, oscuro y expuesto, quizá es la experiencia construida como huella y sobre-expuesta a un tiempo circular. Estas condiciones de lugaridad porteña que hemos ido configurando y connotando, nos indican que no es un contexto habitual sino que responde y anima nuestras lecturas de uso y de experiencia sobre lo habitual, abriendo una posición sobre la integración de éstas coexistencias, y reconociendo al estar con-sentido a través de la asociatividad de lo intercultural, de sus símbolos, elementos configuradores socio-morfológicos y cotidianidades. Recordemos, Gabriela Mistral decía que Valparaíso es una ciudad que no permanecía en un lugar fijo. La loca geografía de Valparaíso y el ethos de José Llano-Loyola
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=