Poéticas de la intemperie
90 Poéticas de la intemperie Cristian Inostroza, participando del Taller de Prácticas Artísticas en el Espacio Público de la Universidad de Chile el año 2012, comienza un dedicado proceso de búsqueda de indicios callejeros del malestar social. El malestar, el espacio público o ciudad del malestar, del silencio, del dolor, del extrañamiento, del miedo (podríamos comenzar a hacer una historia y señalización patrimonial del miedo en las calles, de los enclaves o esquinas de la incertidumbre tan solo porque un día, al cruzarnos con alguien unos instantes fuimos testigos de una mirada de tal intensidad). Lugares que pese a tener una presencia material, en el pleno espesor de su experiencia parecen sustraerse a la visibilidad. Si está en las cosas vistas es también ausencia en las cosas vistas. Sus rastros y huellas quizás sean presencia en tanto se sustraen a lo evidente. Principalmente repara en las huellas de las barricadas y fogatas, cada vez más imperceptibles, que dejaron las movilizaciones estudiantiles del 2011. En este momento casi perdidas en medio la familiaridad de las irregularidades del asfalto y pavimento. Inostroza realiza un registro fotográfico en distintos enclaves de resistencia de aquel entonces, cuestión que podría llevarnos a realizar un mapeo o cartografía de lo que él llama cicatrices en la ciudad. Las cicatrices son parte de la historia de un cuerpo, de cualquier cuerpo, marcas que son la manifestación física de hechos significativos, traumáticos de una vida. Mis cicatrices que ya han dejado de ser heridas abiertas, sin embargo de tanto en tanto se exponen como presencia e incluso a veces se sienten como una lejana molestia de aquel dolor o malestar que la provocó. Las cicatrices que se disimulan y no se pueden borrar son de algún modo marcas patrimoniales de nuestro cuerpo, y en este caso el cuerpo de la ciudad, casi invisibles, pero desde la mirada de Inostroza se develan en la imagen
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