Poéticas de la intemperie

43 De la Preciosa Sangre, Nuestra Señora de la Visitación, Ascensión de Dios, Iglesia Cristiana de los Diademas, del Evangelio Cuadrangular etc. Si buscamos otra forma de enfrentarse a esas palabras, ya no como fenómeno político y recurrentemente policial, ni la denominación de un edificio que trama el poder en su interior, sino ante todo como nombre e íntima pronunciación que por su escritura habita en la calle y recobra sentido cotidianamente ante el simple devoto, casi siempre ya envejecido que simplemente contempla, y de pronto sin querer repite su nombre sin decirlo o sólo lo recuerda cruzando el umbral del edificio, anhelando, quizás sintiendo aquello que ese nombre entraña y que probablemente nunca logre comprender a cabalidad. Eso que ya no es una fecha, ni el nombre de una congregación, de una institución llamada iglesia ni menos de un arquitecto. En la noche aquello duerme, y una vez y como casi todo el día a puertas cerradas, el nombre queda vuelto hacia afuera ya sin pertenencia como una pobre y huérfana resonancia para quien lo pronuncie silenciosamente al recordarla, imaginándola en su aliento, en la calle, descalzadas las palabras del edificio, nombre que no logra encarnarse en un cuerpo arquitectónico que aún, por fortuna, no ha sido iluminado para convertirlo en maqueta patrimonial o símil incorpóreo de sí mismo. Aquello no es menos verdadero respecto al ser de esa palabra en la ciudad, sólo es necesario dejarla rebotando en su aparecer en la conciencia, en la apertura del lenguaje. Sabemos que la Historia, cuando ha sido escrita no es necesariamente una fuente confiable de conocimiento y memoria sobre la precaria noción de mundo en la que estamos parados, se articula desde el poder, todo eso que nos rodea y que no somos nosotros, siempre bajo la prepotencia de lo real y sus simulacros. Designa hechos significativos, reduce a un consolidado, enfría en la palabra objetiva, desconfía del documento individual, lo manipula porque (…) En los documentos domina la materia y Materia es lo soñado (…) Cuanto más hondamente van perdiéndose dentro de un documento, es más denso; materia (…) , 17 y materia es un todo que cuando ha perdido la función que lo hacía invisible en el uso, se vuelve un desperdigado de sentido y abierto, sílabas que serán, depende de quién y cómo se pronuncien, cosas que dejan de ser para Palabras 17. Walter Benjamin, “Calle de dirección única”, Abada Editores, Madrid, 2011.

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