Poéticas de la intemperie
33 el pueblo de su infancia. Finalmente la escena es una carretera a la altura de un cerro, hacia abajo se despliega un valle invisible e indeterminado cubierto de una densa neblina, quizás si hay un auto abandonado, ya no recuerdo bien. El personaje, ya sin nombre que lo identifique ha bajado hacia la bruma, buscando, llamando a su perro, pronunciando ese que era el único nombre que aún conservaba. Finalmente, algún tiempo después, muchas personas, su mujer, la policía, observan desconcertados desde la altura. Se ha iniciado la afanosa búsqueda y le llaman por su nombre. El hombre no aparece, no apareció, nunca fue encontrado, se extravió definitivamente en la bruma. Poéticas de la intemperie
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