Poéticas de la intemperie
179 El 10 de agosto de 2013, aproximadamente a las 23:00 horas acompañado de Marcelo Pérez y Natascha De Cortillas emprendo un recorrido que busca finalmente circundar y realizar un registro sonoro del perímetro exterior del Instituto Psiquiátrico José Horwitz Barak. Desde el principio sería obvio suponer que lo registrado sería, ruido blanco, niebla sonora de la ciudad que es generalmente el siempre persistente sonido de automóviles en la lejanía de pronto interrumpida por una voz, un auto que pasa acelerando muy cerca, el aire que roza el micrófono o roza el cuerpo mientras camino. Luego, al detenerse al final del trayecto el plan es sentarme en la cuneta un rato dejando inmóvil la grabadora y la cámara encimándose al muro en el intento de que registre algo más que su propio ruido. Necesitaba registrar ese silencio, el sonido posible de esos ladrillos. Naturalmente transcurre uno que otro auto, ruidos de personas en algún otro lugar porque ahí no camina ni pasa casi nadie. Claro, esto es un registro y registro es un documento, y digamos que el documento, en tanto huella, a menudo es pura materia significante e inocente. Parece que no tienen aún nada que ver con alguna clase de representación. Del Registro No basta con escuchar, registramos… ¿por qué registramos y hacemos grabaciones o fotografías? / Cabe preguntarse qué es una grabación respecto de la experiencia corporal y espacial de estar ahí con el oído atento? / Quizás tan solo un indicio o remedo. / Igual que la fotografía el registro de audio no captaría la carga o dimensión subjetiva ni corporal de quien escucha. Respecto del INDICIO o INDEX fotográfico: Se dice “Eso estuvo ahí, eso fue, así sonó”. Estas afirmaciones pueden tener mayor asidero en un registro análogo donde el sonido se imprime como huella en un dispositivo sin mayor manipulación técnica que el mismo proceso de su inscripción, aunque el sonido se cargará o se verá alterado por la distorsión o perversión del medio técnico. Sin embargo estos procesos aún estarían ocurriendo en una dimensión objetual. Una vez que el sonido entra al campo digital, es traducido a códigos binarios y ya no tenemos esa certeza, sería algo así como “parece que eso sonó, o se escuchó” La grabación aquí no existe en tanto cuerpo u objeto. Muros
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