Poéticas de la intemperie

154 Poéticas de la intemperie cruzaban frente al micrófono que constantemente se raspaba contra mi ropa o el viento, un destello de voces que siempre aparecían. Nada de lo registrado podría dar cuenta de mi ánimo en esas caminatas. Sin embargo bastaba pulsar la tecla REC de la grabadora, luego escuchar como si yo fuese el dispositivo para que inmediatamente me hiciera absolutamente consciente de todos los sonidos a mi alrededor, ahora escuchaba porque eso estaba siendo registrado, lo que con suerte sería una huella sonora, una sombra llena de ruidos, un remedo, pero si embargo eran los sonidos de los que me estaba apropiando sin ninguna manipulación A ratos podría relacionarlos como si se tratase de música o el casi prodigioso destello de lo que suena sin más en el mundo como signo de una vida, a veces era escuchar por primera vez lo que nunca hubiese percibido caminando por ahí metido en mis asuntos: lo que se venía de muy lejos, el paso ahora irregular de mi cuerpo, lo que sisean las ventanas. Luego, escuchar la grabación, al principio in elocuente y sin énfasis más que el de las cosas mismas, su materialidad indiscutible que irrumpió unos instantes frente al micrófono dejando algo parecido a una marca en la cinta. Del mismo modo la presencia mediada del muro a través de su imagen registrada, mediada e impresa en negro sobre fierro como exceso de materialidad haría retornar su visibilidad, señalando lo que ahora esconde. Como si fuese una forma de indicar, señalar con el dedo como diciendo con torpeza y ansiedad “ahí, miren eso”. ¿Qué más se podía decir que no fuera sólo señalar la exposición brutal de la exclusión?... Sin embargo había en todo ello un exceso que ya decía, un poco aparatoso y espectacular. Probablemente muy efectivo, pero ¿para qué?, ¿para quienes?... para los escasos transeúntes del lugar, para quienes miran desde la ventana desde las casas de fachada continua del frente. Porque en ningún caso se cursarían invitaciones a ningún artista para no tornar la cosa en una especie de exposición, un espectáculo donde predominarían apreciaciones de otro orden, estético formales o de contexto. Sería como ejercer una suerte de violencia sobre esa intimidad que es anterior a nosotros y persistirá cuando nos hayamos alejado definitivamente. Además yo ya era un extraño deambulando muy seguido en esa calle, entonces no se trataba más encima de llenarla de