Poéticas de la intemperie
138 Poéticas de la intemperie e inmersa en esa espacialidad se obsesiona con las cosas que no dejan de emanar la pura brutalidad de su silencio … ¿Qué se hace habitualmente al intentar manejar lo que no se comprende y por lo mismo asusta?: Bajo una escalera de acceso al segundo piso del pabellón 7 hay una pequeña puerta de madera llena de pequeños orificios, en ese lugar se encerraba a los internos a modo de celda de castigo -imagino que a oscuras- , los orificios serían para observar y respirar. Beatriz registra fotográficamente los rincones del interior como imaginando lugares posibles para acurrucarse, para no estar, para no sentir; ¿Qué se podría imaginar o decir de las razones, espanto y horas de encierro en esa mínima cavidad? Al parecer sólo queda representar el signo de esa clausura: la imagen de la puerta, su copia en frotado, un dato de esa materialidad rasgada y rasguñada en su revés. Entre la gran cantidad de materiales que Beatriz examina y recoge del lugar (fotografías de huellas e incisiones en sus muros, ropas, documentos) encuentra un álbum del que nadie tiene referencias muy claras de su origen e intención, aparecen imágenes de patios llenos de internos , algunos se enroscan tirados en el suelo, siluetas a su suerte y sin orientación, figuras como cosas o signos privados de significación, sin palabras que vengan en su auxilio deambulando en un escenario de construcciones siempre
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