Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística
97 de difusión” involucra charlas, coloquios, conferencias o publicaciones. Mientras que la “etapa de impacto” remite a referencias críticas, ensayos sobre la obra en medios especializados o en trabajos académicos, premios, ventas y otro tipo de reconocimientos de terceros. Es entonces la calidad de la instancia de mostración o exhibición la que determinará, a efectos de este proyecto, la calidad y relevancia de la obra. La interrelación entre las etapas, las manifestaciones y las instancias de validación, construyen un circuito de estimación desde el cual es posible comprender la distinción entre criterios de valoración de obra (selección e impacto), y los criterios de valoración del currículo. Un proyecto de obra es seleccionado por pares disciplinares para su presentación en una instancia o soporte determinado, de lo que posteriormente se desprenden las referencias y reconocimientos de otros tantos expertos. En consecuencia, en este proyecto entendemos por criterios de evaluación y calificación –o sea de valoración–, criterios de valoración del currículo, por lo que se asume la valoración académica como un proceso metaevaluativo: los criterios de valoración se aplican a la evaluación que las distintas manifestaciones han recibido en las diferentes etapas. Nada muy distinto de la valoración que le dan los evaluadores universitarios a un paper de carácter científico: su mayor o menor valor y relevancia viene determinado por la calidad y prestigio codificado de la revista científica que lo publica. De este modo, lo que estos juicios reflejan –y que nos interesa como participantes de un proyecto que se propone actualizar los criterios a partir de los cuales se valore la actividad de creación artística en la Universidad de Chile– es la valoración que de la obra tienen los pares disciplinares. El nivel de valoración de las instancias puede jerarquizarse según se trate de instancias internacionales o nacionales, lo que no hay que confundir con instancias extranjeras o chilenas. Por otro lado, no se consideran, sin embargo, como dimensiones válidas aquellas que remiten al índice de oficialidad o de informalidad de la instancia. Por el contrario, se priorizan aquellas instancias acordadas, en un período determinado, por la misma comunidad académica, en una demostración de autoexigencia en aras del aseguramiento de la calidad. En relación a la jerarquía académica, si bien no se aprecia una vinculación fuerte entre la jerarquía y su desempeño en la creación artística, existe sin embargo una asociación entre aquélla y la trayectoria de los creadores. Así, y de acuerdo a lo Gonzalo Díaz
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