Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

51 relación con la Escuela de Artes Aplicadas y las posibles contribuciones de esta última a la industria. Mantenía su fuerza el paradigma de que el arte y los artistas podían y debían contribuir al progreso material del país. Pese a todo, la agitación no se detuvo. Desde 1930, las recurrentes protestas estudiantiles en contra del gobierno y a favor de una reforma a la enseñanza superior (pedían autonomía universitaria y mayor participación), habían afectado el normal funcionamiento de la Universidad de Chile. Solo tras la elección de Juvenal Hernández como rector, en 1933, la casa de estudios recobró cierta tranquilidad. En sus veinte años de gestión, la Universidad se abocó al “cultivo, la enseñanza” y, por sobre todo, a la “difusión de las ciencias, las letras y las artes” 19 , misión que le había asignado el Estatuto Orgánico de Enseñanza Universitaria de 1931. De ahí en adelante, la idea de que la “extensión” artística y cultural constituía un principio fundamental de la misión universitaria jugaría un rol primordial. De acuerdo con este nuevo enfoque de la misión de la Universidad, se crearon diversos organismos dedicados a comunicar las expresiones artísticas al gran público y que cobrarían gran importancia para el campo local: la Revista de Arte , en 1934, y el Instituto de Extensión de Artes Plásticas 20 , en 1945. Asimismo, la Universidad fundó el Museo de Arte Popular Americano, en 1944, y el Museo de Arte Contemporáneo, en 1947, que materializaron los cambios que sucedían en el concepto de arte y en el de su enseñanza. Esta última entidad ponía en entredicho la hegemonía del Museo de Bellas Artes, que fue concebido como un museo de clásicos (obras que constituyen por siempre buenos modelos para ser imitados), en la medida que asumía la idea de una contemporaneidad del arte, es decir, relativizaba todo valor inmutable, como los que sostenía el clasicismo, abriéndose a la posibilidad de que cada época tuviera su propio arte. A través de una colección compuesta por obras de la primera mitad del siglo XX –“sin discriminación de estilos”– buscaba, en palabras de entonces, representar “un panorama de la creación artística viva del país”. Por su parte, la creación del Museo de Arte Popular Americano viene a coronar el interés por las manifestaciones artísticas locales que había hecho patente la reforma de 1927 liderada por Carlos Isamitt. Asimismo, se verificaba la dilatación 19 “Estatuto Orgánico de la Enseñanza Universitaria”. Archivo Nacional, Fondo Ministerio de Educación, Vol. 5682, Nº 280, 20 de mayo de 1931. 20 El Instituto de Extensión de Artes Plásticas funcionó con una junta directiva integrada por representan- tes de la Facultad de Bellas Artes y las asociaciones gremiales de Bellas Artes. Claudio Guerrero - Kaliuska Santibáñez

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=