Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

43 En Chile, como en todo lugar donde se instalaron las academias, el desarrollo del sistema artístico estimuló la producción de escritura sobre arte. Tal como el diagrama institucional tendía a separar cada aspecto del concepto de “arte” en instituciones particulares, en la escritura sobre arte comenzaron a perfilarse sus tres formatos modernos más característicos: la historia del arte, la crítica y la estética. La estética, en cuanto subdisciplina de la filosofía dedicada a la sensibilidad, se venía desarrollando en Chile desde el afianzamiento de la Independencia, y se continuaba hacia mediados del siglo XIX con la influencia de filósofos europeos, tales como Víctor Cousin. Sin embargo, la aplicación de sus conceptos a las bellas artes no se había desarrollado de modo independiente, sino que lo había hecho, por ejemplo, en relación con la historia del arte (como en el discurso de Ciccarelli que referimos). Este último formato recibió un gran impulso con la instalación de la academia, ya que esta necesitaba reproducir la memoria de la tradición clásica y también elaborar de la memoria escrita de su acontecer (sus hitos, maestros y discípulos), que no era solo el de una institución particular, sino la historia de las bellas artes en Chile (que se pensaba había comenzado con Monvoisin y la Academia). Un ejemplo importante de la articulación entre estética e historia del arte fue la traducción publicada por Pedro Lira de la Filosofía del arte de Hippolyte Taine, en 1869 14 , en la que se elabora una teoría del arte a la vez que un relato de su desarrollo histórico en diferentes civilizaciones. No solo constituye una de las primeras traducciones al español de las clases que este filósofo e historiador francés dictaba en la École des Beaux-Arts de París, sino que fue el sustento del primer curso exclusivamente teórico que se dictó en la Sección de Bellas Artes, que con el nombre Filosofía del Arte dictó el mismo Lira por algunos años. Tal como el museo debía guiar el gusto de los artistas a la vez que mejorar el gusto de toda la población, la historia y la filosofía del arte se desarrollaron porque constituían un conocimiento esencial para los artistas, pero también para cualquier interesado en las bellas artes. Algo similar sucedió con el Curso de Arquitectura –que contenía teoría, historia y conocimientos prácticos de la disciplina– que en 1853 publicó Claude François Brunet de Baines, primer profesor de la Clase de Arquitectura del Instituto Nacional. 14 Se publicó por entregas en la revista Las Bellas Artes , entre mayo y septiembre de 1869. Claudio Guerrero - Kaliuska Santibáñez

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