Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

41 En septiembre 1883, los caminos que por separado recorrían las exposiciones artísticas y el Museo se encontrarán en la inauguración de la Exposición Nacional de Bellas Artes en los altos del Congreso, que compartió el espacio con la incipiente colección de obras que había reunido el Museo Nacional. La muestra se desarrolló en el contexto de un nacionalismo exacerbado por la Guerra del Pacífico, y tuvo un impacto considerable en instalar el “arte nacional” como uno de los temas más relevantes de la escena local en el resto de la década. Benjamín Vicuña Mackenna –historiador y hombre público del período– destacó el carácter “completamente nacional” de la exposición y llegó a decir que se trataba de una verdadera “resurrección del arte” 12 en el país. Vicente Grez –un importante político, literato y crítico de arte– afirmó que a partir de este año nació la “escuela chilena”, pues desde ese momento “los salones anuales se sucedieron sin interrupción”. Sin embargo, agrega el mismo Grez, estas exposiciones artísticas no contaban con un “local apropiado, la periodicidad no estaba regulada y, por último, no había ninguna autoridad encargada de organizarlas” 13 . Este diagnóstico llevó a que un grupo de artistas, intelectuales y políticos, dirigidos por el pintor Pedro Lira, fundara la Unión Artística, con el objetivo de construir un edificio destinado a las exposiciones y encargarse de la organización de las mismas. Gracias a sus gestiones se pudo inaugurar en 1885 el anhelado edificio, que de ahí en adelante fue llamado Partenón de la Quinta Normal, por su fachada que citaba al famoso templo dórico y por ubicarse en los terrenos que cedió el Estado en la Quinta Normal de Agricultura (que hasta hoy constituye una suerte de parque pedagógico en la forma de un jardín botánico que integra varios museos). En 1887 el gobierno compró el Partenón, trasladó allí el Museo Nacional de Pinturas y se encargó de la organización de los salones anuales (se dictó un reglamento para los mismos), todo esto a través de la Comisión de Bellas Artes creada el año anterior. Tanto la Unión Artística como la Comisión –que también debía asesorar al director de la Sección de Bellas Artes– estaban conformadas por artistas, intelectuales y políticos que provenían de la élite dirigente. La progresiva concentración del poder para dirigir los destinos de la Academia, el Museo y los salones en la Comisión de Bellas Artes fue el intento más coherente de la élite gobernante –hasta el momento– por hacerse del control integral de las bellas artes nacionales. 12 Benjamín Vicuña Mackenna. “El Arte Nacional y su estadística ante la Exposición de 1884”. Revista de Artes y Letras . Santiago, Nº 9, año I, tomo II, 15 de noviembre de 1884, p. 438. 13 Vicente Grez. Les Beax Arts au Chili (catálogo de la exhibición artística presentada en el pabellón de Chile en la Exposición Universal de París, 1889). París: 1889. La traducción pertenece a la tesis de grado de Laura Pizarro. La construcción de lo nacional en las historias de la pintura en Chile (desde la república autoritaria a la república parlamentaria) , Facultad de Artes, Universidad de Chile, 2003 (sin editar), p. 19. Claudio Guerrero - Kaliuska Santibáñez

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