Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

37 quedaron a cargo de algunos de los intelectuales latinoamericanos más importantes del siglo: Andrés Bello y Domingo Faustino Sarmiento, respectivamente. Hacia 1849 este proceso se concretó en el terreno de las artes. Ese año, además de la Academia de Pintura, se crearon la Escuela de Artes y Oficios, la Clase de Arquitectura del Instituto Nacional y la Escuela de Música y Canto de la Cofradía del Santo Sepulcro, las tres últimas dirigidas por maestros franceses. En 1850, tal como estaba planificado, la Escuela de Música y Canto pasó a manos del Estado y se transformó en el Conservatorio Nacional de Música. En 1854 se creó la Escuela de Escultura Ornamental de la Cofradía del Santo Sepulcro (otro maestro francés quedó a cargo), la que en 1859 se dividió en una clase de estatuaria (“bustos, estatuas, bajorrelieves y composiciones históricas”) y en otra de escultura ornamental (“decoración interior y exterior de edificios y monumentos públicos”). En 1858, una nueva reforma ordenará por un buen tiempo la trama institucional de la educación artística. Se creó la Sección de Bellas Artes en el Departamento Universitario del Instituto Nacional 9 , a la que se integraron la Academia de Pintura, la Clase de Arquitectura y la Escuela de Escultura, convirtiéndose así en la primera entidad que en Chile agrupaba las tres disciplinas correspondientes a las tradicionales “artes del disegno ” –ratificando el camino paralelo del concepto de bellas artes y el de sus instituciones– y en un caso temprano, a nivel mundial, del ingreso conjunto de estas profesiones a la enseñanza universitaria. La Escuela de Artes y Oficios quedó, por cierto, fuera de esta reforma. Su objetivo era formar “obreros hábiles e instruidos”, que sembraran en Chile “el germen de la civilización industrial tan necesario para su prosperidad”. Pese a lo ambicioso de las expectativas, no se consideró que el ejercicio de las artes “mecánicas” o “aplicadas” constituyera una disciplina universitaria, lo que reafirmaba cierto carácter “liberal” de las bellas artes. El Conservatorio de Música también quedó, en ese momento, fuera de la Sección Universitaria. No obstante, la tendencia de la segunda mitad del siglo XIX –en Chile, al menos– fue agrupar las bellas artes en el concepto más amplio de “artes y letras” que solía incluir literatura, pintura, escultura y música, entre otras expresiones, pero que raramente incluía de modo explícito a la arquitectura, en buena medida por el cariz práctico de esta disciplina. 9 Desde sus inicios hasta 1879, la Universidad de Chile fue una corporación de académicos con múltiples funciones, pero entre ellas no se ejercía la docencia. Esta última se realizaba en el Instituto Nacional, que en 1850 separó la instrucción preparatoria de la profesional, quedando esta última a cargo del Departa- mento o Sección Universitaria. Claudio Guerrero - Kaliuska Santibáñez

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