Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística
193 La actual carrera de Artes Visuales de la misma Universidad ha sido replanteada a partir de una proyección que considera nuevas posibilidades más concretas para sus egresados, aunque ciertamente resulta apresurado hacer una evaluación temprana de ello. Se trata de una formación radicalmente distinta a la realizada en los ochenta y noventa, la cual idealizaba al artista sin proyectarlo al campo laboral. Sin embargo, esa misma mirada se ha mantenido en la educación secundaria de modo que la mayoría de quienes ingresan a estudiar arte esperan encontrarse con una carrera que solo les enseñará técnicas y oficios, pero no a desarrollar pensamiento ni reflexión. El replanteamiento de la malla en la carrera de arte de la Universidad de Concepción ha buscado generar un equilibrio entre dos aspectos significativas en las artes visuales actuales: la gestión y la producción, observando que el licenciado en muy pocos casos podrá desenvolverse única y exclusivamente como artista y que necesitará de otras herramientas para insertarse en un campo laboral. ¿Qué es ser artista? Allí comienza un interminable listado de posibles respuestas. ¿Es aquel que maneja habilidades técnicas, ha tenido formación académica, vive de comercializar su obra, se encuentra inserto en un circuito galerístico o comercial, aparece con frecuencia en los medios sociales, gana concursos, desarrolla un arte político o confrontacional, plantea su trabajo desde problemáticas sociales, recibe visitas masivas a sus exposiciones, ha logrado internacionalizar su trabajo, se dedica a la enseñanza artística, etcétera? Social y culturalmente, cualquiera de los que cumpla con algunos de estos requisitos podría ser considerado un artista. Desde una mirada más específica, el Licenciado en Arte sería técnicamente más fácil de definir: corresponde simplemente a quien cursó un ciclo de estudios que desembocaron en un grado académico, sin transformarse por obligación en artista. Finalmente, el productor artístico, como una denominación más reciente, podría entenderse como aquel que, junto con hacer obra, se preocupa de gestionar su trabajo. No debe perderse de vista, en todo caso, el modo en el que la sociedad actualmente percibe y organiza estos roles. Culturalmente, en especial en países latinoamericanos, el artista es considerado como un individuo que vive precariamente, marginado de los sistemas económicos, educativos o sociales. Si se reconoce el potencial del arte en las conexiones con otras disciplinas, el modelo actual debería extenderse hacia la integración de este en sistemas y equipos multidisciplinares. Leslie Fernández
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