Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

172 de “artista”, “creador” y “licenciado” impugnan los límites para quienes estudian arte, es decir, apelan al Yo constitutivo que les permite trazar, de forma más o menos romántica un derrotero profesional, en donde el punto de partida de si se es artista o licenciado pareciera ser el acto fundacional de una cruzada muchas veces tomada demasiado en serio. En otras palabras, estas categorías encierran lo que llamaría una “promesa de lealtad” a los fundamentos históricos que las produjeron, a sus héroes, batallas y monumentos. Lógicamente esta lealtad está determinada por el temor a “ganar” o “perder” más o menos terreno simbólico –y desde luego material–. En definitiva, la discusión sobre si “artista” o “licenciado”, condiciona la fantasía de la incorporación del individuo a las mismas redes que valida con su adhesión o rechazo; cuestión que, dicho sea de paso, nos remite a lo que Sigmund Freud explica lúcidamente con su noción de “consumir al otro” durante el proceso identificatorio 5 . Aun así, si nos obstinamos en pensar el rasgo diferenciador de estas categorías, podríamos señalar que ambas se inscriben en procesos de articulación donde lo más difícil es señalar un punto adecuado que permita optar por una y descartar la dimensión histórica de la otra. En este sentido, es posible distinguir que se expresan y demarcan dos tradiciones críticas que entrañan un paradigma, una narración heredada y una ratificación de límites de producción simbólica que seguramente alcanzan lo visual. Esto si aceptamos la tesis de que toda producción visual se ve afectada por el escenario imaginario y simbólico de quién la produce. Es así como llegamos al individuo, el gran generador y portador de distinciones, el mismo que olvidamos en tiempos de crisis, pretendiendo creer que las tradiciones, corrientes e ideologías marchan solas sin un sujeto que las anime. A esta altura de la reflexión cabe preguntarnos ¿qué convoca a alumnos, profesores, coordinadores y directores en una carrera de arte, especialmente cuando se goza del confinamiento de la metrópoli como en el caso del ejemplo citado al principio de este escrito en Temuco? Sin duda muchos factores actúan como variables, por lo que resulta imposible aquí determinar el deseo de sus agentes. Sin embargo, este deseo afecta, reproduce y a su vez genera sentido en la población de estudiantes que 5 Freud, S. Obras completas de Sigmund Freud. Volumen XVIII. Más allá del principio de placer, Psicología de las masas y análisis del yo, y otras obras (1920-1922). Traducción José Luis Etcheverry. Buenos Aires y Madrid: Amorrortu editores, 2001. Herejía, identidad y sistema artístico: El caso de una Escuela de arte en el sur de Chile

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