Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

163 de la educación de arte es preparar a artistas que ejerzan, entonces quizá serán los artistas en activo quienes estén mejor preparados para enseñar arte” (2005, 7). Otro problema que afecta a las/los artistas tiene que ver con los mecanismos de categorización de profesores (carrera académica) que implementa nuestra universidad vía los “productos académicos”, dentro de los cuales la mayor ponderación es otorgada a los artículos indexados, evaluados bajo normas de disciplinas científicas alejadas de los objetivos e intereses del arte. De más está señalar que la mayoría de los artistas en nuestro país se concentra en la construcción y exposición de obra, careciendo de productos académicos como los que exige la universidad para avanzar en la carrera académica. Esta inadecuación entre arte y academia nos obliga a reflexionar una vez más acerca del rol de las artes visuales, tanto en la sociedad como en la universidad chilena, apegada a un modelo que ya muestra innegables síntomas de crisis, expresada en las movilizaciones estudiantiles que hoy ocupan las calles de norte a sur del país. 3. El rol de las escuelas de artes visuales El surgimiento de las escuela de artes visuales, en general, y el de la de nuestra universidad en particular, muestran una fuerte vinculación con su medio, y ello se observa en la influencia que tienen en el desarrollo artístico y cultural del lugar, materializado en talleres, exposiciones y charlas abiertas a toda la comunidad. Asimismo, las escuelas de arte, además de ofrecer una formación integral y herramientas básicas para el desarrollo del arte, se constituyen en un espacio de reflexión e investigación en torno al mundo artístico cultural y social. Por otra parte, las escuelas de artes visuales construyen un puente entre el arte de vanguardia y la sociedad, ofreciendo así un espacio educativo-reflexivo donde el arte deviene un producto crítico que expone de manera creativa los problemas y preocupaciones de la comunidad, apelando a la libertad y cuestionando el lugar que ocupa el ser humano en la sociedad y, últimamente, en la naturaleza. De ahí que a las escuelas de artes deberían ocupar un rol político en el sentido de presentarse como instancias de crítica y espacios para proponer cambios a través de la expresión artística. Iñaki Ceberio de León

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