Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística
148 III. “Al borde” o el mito de las escenas locales Mi intención ahora es revisar la exposición “Al borde” de los egresados de la Licenciatura en Artes Visuales de la Universidad Austral de Chile para comprender aspectos del debate reciente acerca de las escenas locales. Hay que decir que esta es una muy singular exposición en la historia de las artes visuales de Valdivia. Los integrantes pertenecen todos a la primera generación de egresados de la carrera que comenzó su peregrinaje el año 2005 bajo la dirección del artista Ciro Beltrán. Cada uno de los trabajos representa, en muchos casos, la indagación académica y, en otros, proyecciones de trabajos más autorales. En cualquiera de los dos casos, la exposición, de manera alquímica, fragua la imagen del egresado con la del eventual artista profesional. Vale repetir lo dicho. Fragua en artistas profesionales. Pero la repetición no otorga respuesta alguna. ¿Qué es un artista profesional? Sin temor puedo decir que el artista profesional es aquel que desarrolla una carrera en un medio artístico determinado. Su carrera puede seguir vectores disímiles –políticos, sociales, comunicacionales, antropológicos– con técnicas múltiples e interdisciplinarias – grabado, video, pintura, perfomance , netart – y su medio lo constituyen la crítica de arte, las galerías, museos y colecciones donde su obra encuentra morada. El punto que quiero señalar es el siguiente. Por un lado, la intención de la muestra es clara: dar a conocer el producto de la Escuela de Artes Visuales de la UACh (cuestión política) y, por otro lado, la ilusión es cristalina: ni productor, ni medio, ni consumidor están listos para enfrentarse y dialogar de manera orgánica (cuestión institucional). Creo que se puede indicar un factor relevante para entender el problema, un factor vinculado a la carencia de visión histórica. Hace unos años conversaba con un amigo, artista visual que residió en Valdivia durante los ochenta, que me hacía notar, de forma un poco brutal, el siguiente punto. El arte en Valdivia, según me comentaba, ha estado impulsado durante los últimos 50 años de manera esporádica e inorgánica (algo radicalmente diferente a lo sucedido en Santiago). La ciudad de los ríos ha carecido de tradición en términos de enseñanza, de crítica de arte o de museos que eduquen y generen un medio dinámico y activo en materia de arte. Paradojas en el arte joven chileno
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