Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

20 un reconocimiento y presentación entre pares como, también, la formulación de criterios, miradas y encuadres respecto de nuestro ambicioso campo de las artes visuales. El debate se instaló en torno a tres asuntos nucleares: la relación de la formación de artistas visuales con las problemáticas del arte hoy; la realidad académica de las artes visuales (docentes artistas y/o artistas docentes) y la tensión original entre licenciatura y pedagogía: dos carreras y una especialidad enfrentadas en un campo en disputa. Se buscó evadir el tener que ser concluyentes, por tanto este primer encuentro arrojó una batería importante de preguntas no todas con respuestas, así como experiencias comunes que, desde lo diverso, se integraron en un relato posible de la formación artística nacional, al mismo tiempo que nos alejábamos de aquel objetivo original: concluir en un diagnóstico del sistema del arte y su formación. El Segundo Encuentro Nacional de Escuelas de Arte, Centro Patrimonial Recoleta Dominica 2011 también se presenta como una plataforma de debate cerrada entre los directores de las escuelas de arte nacionales, comenzando en esta oportunidad con una conversación con los artistas visuales Camilo Yáñez y Voluspa Jarpa, agentes activos, por tanto representantes del campo del arte nacional, quienes propusieron a partir del estado del arte en Chile y su relación con la formación universitaria de la disciplina, una cuestión nuclear: ¿qué artista se está formando en nuestras escuelas universitarias? ¿Qué significa ser Licenciados en artes visuales ? Al ser expresados por artistas/autores que también realizan una labor académica reconocida, pero autónoma, es decir sin pertenencia a un claustro en particular, estas preguntas cobraron un valor especial de pertinencia y consecuencia. Los licenciados en arte son sujetos formados en un lenguaje, una expresión y representación de la realidad, lo que no implica necesariamente que se comprometan a ser artistas interesados en influir el sistema cultural y/o en producir un cambio. Los postulantes y recién ingresados a la carrera no tienen conocimiento sobre el estado de la cuestión del arte, sino, más bien, traen un cierto apetito pre-moderno intuitivo, algo así como una sobrevaloración hacia lo sensible que alude a una emocionalidad siempre subjetiva. Este importante descalce se proyecta y arrastra desde el sistema de educación escolar y la formación que tienen los profesores de arte, no solo en relación con la disciplina artística, sino con la cultura y la sociedad, lo que tiene por consecuencia la formación de individuos resentidos con el sistema Encuentros de escuelas de arte o una plataforma de debate en construcción

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