Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

135 En otro registro estaba la Revista de Crítica Cultural , fundada por Nelly Richard en 1990, el año de la reapertura democrática y que circuló –único caso en la historia de la cultura contemporánea chilena– por 17 años durante los cuales tuvo el mérito de ser resistente, persistente e insistente frente a los discursos imperantes donde lo crítico y lo político-ideológico pierden su densidad. Los lenguajes exitosos, triunfantes, son los de la comunicación, del marketing y de la economía. La desaparición de la Revista de Crítica Cultural dejó un vacío que hasta el día de hoy no ha sido ocupado. Pensamiento y creación tuvieron ahí un espacio de rigor y un compromiso con la crítica cultural, política e intelectual. Como dice Nelly Richard: “la crítica es una operación de desnaturalización del sentido. Mostrar, revelar que los signos, las formas no son nunca inocentes, ni las palabras, ni las imágenes, que la realidad no habla por sí misma, que cobra sentido a través de mediaciones discursivas y que esas mediaciones discursivas deben ser precisamente desarmadas y rearmadas”. Eso es lo que esperamos que suceda con las obras de los estudiantes de arte; que sean leídas desde ese lugar crítico. Una clase magistral de arte En ese Primer Encuentro Nacional de Escuelas de Arte, Lota’10, estábamos en la mitad geográfica de Chile en su eje norte sur, cuyo hito está ubicado en Playa Blanca, entre Lota y Coronel, Octava Región del Biobío. Con Arturo Cariceo y Pablo Langlois –ambos artistas/académicos– bajamos a la mina Chiflón del Diablo. Recorrimos junto a un antiguo minero los túneles que llevan bajo el mar. Entendí por primera vez de dónde venía el famoso dicho “se fue de espalda el loro”, pues antiguamente entraban los mineros con un loro o canario enjaulado que se afectaba tempranamente con el gas y el grito de alarma “se fue de espalda el loro” les salvaba las vidas. Nos contaron de la utilización de niños que, por su tamaño, podían deslizarse por pequeños espacios. Solo imaginar esas escenas es materia de un trabajo. Un artista, si es además profesor de arte, debe siempre estar consciente del contexto, mirar el paisaje que le rodea y reconocer su historia. Nury González

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