Resistencias: Foro de las Artes 2020

85 * SERGIO FLOODY La comparación con la escritura cuneiforme no es casual, todas las for- mas anteriores son evocaciones marcadas en un espacio físico. No im- porta el formato, hasta la representación más digital y abstracta de las ondas sonoras ocupa un lugar en el espacio, sin importar si es una carga eléctrica sobre silicio, un marcador químico/biológico en nuestro cere- bro o una raya sobre un muro; todos se unen en una constante lucha contra el olvido y la entropía. Todos se hacen cargo de la pérdida de lo único, pero la realidad se ha disuelto. La formulación de estos problemas y sus resoluciones son siempre apro- ximadas y solo sirven para presentar un patrón de evocación, ya sea numérico, musical, neurológico; que se linealiza al formular concentrán- dose solamente en pequeñas amplitudes y deformaciones. El dominio y el contorno donde esos hechos sucedieron son discretizados con el ob- jetivo de presentar una solución a un proceso el cual es a priori estable- cido como continuo. Creemos que guardamos y preservamos el evento en sí mismo y aún cuando su codificación sea precisa, su reproducción y ejecución sea impecable, no es más que la evocación de un evento que nos es imposible de volver a vivir. Y después de todo eso, la evocación una vez conjurada vuelve a perderse. El sonido en todas sus formas y expresiones ya sea como arte, ciencia o tecnología, trata con esa idea de recuerdo. Quisiera referirme a que en este momento existe una gigantesca canti- dad de información, principalmente digital, del Paisaje Sonoro del Esta- llido Social del 18 de octubre del 2019. El estallido como tal desapareció. Pero podemos ver sus marcas, no solamente los audios o videos, los ra- yados en las paredes también nos gritan. Todo forma parte de un regis- tro que nos enmarca en un ambiente que ya sucedió. Se debe considerar la posibilidad de estudiarlo, no solamente por su riqueza histórica, sino que también como un elemento de valor estético y al mismo tiempo los procesos de propagación física en el medio ambiente, como los caminos de propagación digital, aun sabiendo que lo que alcancemos a compren- der o modelar está limitado. En términos de la memoria estamos frente a una oportunidad única. Es por eso que debemos también aspirar a tener una mirada amplia y unificadora del fenómeno sonoro que nos permita comprender, inter- venir, transformar y crear, desde una perspectiva científico-tecnológica, como también desde las interacciones del arte con la ciencia y la tecno- E S T O S U E N A A S Í

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