Resistencias: Foro de las Artes 2020

r e s i s t e n c i a s 66 Centro Gabriela Mistral en Santiago waria. Varias docenas de cuerpxs en el mapuce y aliadxs, cuerpoxs zomo ka wentrv [biomujer y biohombre], algunos pu wentrv [hombres] a torso desnudo, todxs vestidos de ropa oscura y algunxs portando significantes culturales indígena, todxs se mecían suavemente de izquierda a derecha. En este vaivén, el coreógrafo instaba a lxs intérpretes a reelaborar el ancestral purvn mapuce conoci- do como el mazatun, muchas veces purukeado en rogativas. Sin perder el centro que se desplazaba de izquierda a derecha, lxs intérpretes en comunión fueron girando su eje hacia los cuatro puntos cardinales, más bien hacia los meli wixan mapu, hasta arribar a la dirección poniente: hacia lafken mapu, hacia la costa. Allí, lxs intérpretes (incluyendo a mí mis- ma) buscamos el piso, doblando el cuerpo con suavidad desde la coronilla y extendiendo los brazos hacia abajo, hasta quedar completamente hori- zontales de boca al suelo. Entonces, acoplados a la tierra en un gesto de humildad, de a poco ingresó la línea de ayekantun con los kulxug [tambor tradicional, representa la tierra, el latir del corazón] tocados en su mayoría por las ñañas [hermanas, dicho con cariño] de la obra Malen. Hacia el cen- tro de este bosque de cuerpos recostados, emergieron tres intérpretes de la obra, la menor siendo la pequeña Ayelen Curaqueo Curiche, la hermana menor del coreógrafo de tan solo diez años en aquel entonces. Mientras c a p í t u l o 1 . r e s i s t e n c i a s y m e m o r i a s 1. Jorge Sánchez (fotografía digital). Ricardo Curaqueo Curiche y elenco Malen convocan rito-performance durante el eluwvn de Camilo Catrillanca en la explanada del GAM, Santiago waria, Gulu Mapu [Chile yem], 17 de noviembre de 2018.

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