Resistencias: Foro de las Artes 2020

r e s i s t e n c i a s 36 el contexto latinoamericano, pareciera estar signada por formas de resis- tencia a lo no-originario o ajeno al territorio. Entre muchas otras prácti- cas, por cierto, estas resistencias adquieren visualidad bajo el epítome de un pueblo que posee en común tierras, bosques, ríos; recursos propios de comuneros. Es por ello que la imagen de Catrillanca puede ser leída como una imagen comunera, es decir, una imagen que siendo común a la violencia de la soberanía estatal sobre un régimen simbólico de tierras, también activa formas de vida en común que reverberan a pesar de las mismas condiciones necropolíticas en que se producen. Cabe, sin embargo, preguntarse si es la propia imagen la que produce resistencia o son una serie de imágenes de archivos a las que se debe resistir, particularmente los retratos de quien fuera asesinado por el Grupo de Operaciones Policiales Especiales de Carabineros de Chile en el 2018. Antes de que su rostro estallara en medios de comunicación y redes so- ciales, la ficha fotográfica de Catrillanca constituía un dispositivo de se- guimiento secreto para desbaratar una supuesta célula que amenazaba la seguridad del Estado. Por medio de su imagen se tejían los enlaces y nodos de un grupo de activistas de la Alianza Territorial Mapuche (ATM), así como el mapa de sus tácticas territoriales entre Temucuicui y otras zonas de La Araucanía. A pesar que el acontecimiento se fue revelando por medio una serie de archivos audiovisuales extraídos de las propias cámaras policiales del de- nominado “Comando Jungla” –tal como fuese filtrado por el Centro de Investigación Periodística (CIPER) en 2018–, el juicio estético entre visibili- dad e invisibilidad solo se ha dado al confrontar la perversión y violencia que arrastra toda imagen-archivo en su devenir material. Empero, esto es algo distinto a que el rostro de Camilo Catrillanca haya sido explotado como una imagen única, cuya pretensión icónica dejó veladas las otras imágenes de su vida –ritual, escolar, espiritual, clandestina–, y que haya terminado alzando su ficha por medio de diversos formatos mediales: la proyección del colectivo de arte y diseño, Delight Lab, en el edificio Tu- rri (2018) y un año después en el edificio del Congreso Nacional (2019); el cuadro expuesto por la artista Voluspa Jarpa en el políptico “Altered Views”, presentado como “subalterno” en la 58ª Biennale di Venezia (2019); la reproducción del artista austriaco Johannes Wiener, quien también uti- lizó la imagen para su obra Faces of Ecocide , en el festival Rundgang de la Academy of Fine Arts Vienna (2020); así como sus distintos usos callejeros que reproduciendo la imagen de Catrillanca han liberado el retrato del e n t r a d a s

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