Resistencias: Foro de las Artes 2020

r e s i s t e n c i a s 104 c a p í t u l o 2 . c r e a c i ó n e n t i e m p o s d e c o n f i n a m i e n t o tomó la decisión entonces de crear uno que tuviese dos características esenciales: que sea sencillo de utilizar y que sea compatible con todos los sistemas operativos del mercado. Y así fue que el 29 de mayo de 2020 dimos a conocer la primera versión de Ságora, llegando a ser descarga- da en más de 70 países en los cinco continentes. Por otro lado, Ságora lamentablemente nos mostró una vez más esa fa- ceta horrible que comparte nuestro territorio denominada desigualdad. Al ser un programa diseñado para trabajar con computadoras persona- les, si bien es multiplataforma, deja sin posibilidades a quienes no tie- nen el equipamiento necesario, hecho que se ha comprobado en estos tiempos. Muchísima gente sin computadora, o compartiendo una com- putadora con el resto de los miembros de una familia, teniendo sus cla- ses o reuniones únicamente con su celular; realizando trabajos prácticos, leyendo documentos extensos en pantallas de 4 pulgadas. Muchísima gente queriendo hacer música desde su casa sin poder hacerlo por falta de recursos tecnológicos, mientras que otras personas podían dedicar una computadora especialmente para Ságora y otro dispositivo para po- der conectarse con video y otro más para realizar un streaming final. Otro aspecto revelador de esta experiencia, aunque negativo en el ba- lance, ha sido encontrarnos con una gran falta de conocimiento en la comunidad musical en relación con el uso de tecnologías (sólo para acotar el campo, ya que se podría hablar de la comunidad en general). Profesionales y amateurs tuvieron que aprender rápidamente y empí- ricamente a configurar una placa de audio, enchufar un micrófono de condensador, instalar un driver y configurarlo, aprender términos como frecuencia de muestreo, buffer, latencia, etc. En muchos casos esta ex- periencia fue tan traumática que decidieron dejar de intentarlo y esperar a que termine la pandemia para volver a hacer música como conocían anteriormente. Lo que nos remite a la siguiente pregunta: ¿Será eso po- sible, o la hibridación ha sido tal que aprender a manejar tecnología musical será tan imprescindible como afinar o calentar un instrumento? En una de las tantas charlas que se han dado sobre Ságora (con lo cual estamos felices por la gran repercusión del desarrollo) un participan- te planteó que, a partir de esta nueva situación atravesada por el dis- tanciamiento físico y la convivencia tecnológica, quienes hacen música tendrán que aprender sobre las configuraciones necesarias para poder sonar bien a través de sus dispositivos de conexión (móviles o computa-

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