Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

72 Chile: Un país de tragedias y catástrofes naturales. Un país con una larga cadena montañosa, con un número im- portante de volcanes en actividad; una extensa costa, con fenó- menos de corrientes marítimas como la “del niño” y “la niña” que causan cambios en las temperaturas globales, y especial- mente en los regímenes de lluvias. Un largo territorio nacional, con un clima particularmente diverso, contando con uno de los desiertos más áridos del mundo, como el de Atacama, hasta un territorio sur austral y antártico de muy bajas temperaturas y lluvias frecuentes en gran parte del año. Asimismo, Chile se ubica sobre la placa Sudamericana, la cual al oeste se encuentra en contacto con la placa de Nazca hasta la península de Taitao. Ambas convergen a una velocidad apro- ximada de 66 mm/año. Este contacto controla gran parte de la sismotectónica del país. Sin embargo, también se producen sismos en el contacto entre la placa Sudamericana y Scotia, y probablemente en la posible subducción de parte de la placa Antártica bajo la Sudamericana 39 . Un relato ilustrativo de nuestra convivencia con las catástrofes naturales, y las singularidades del territorio nacional, es el del filósofo español José Ortega y Gasset, en su discurso ante la Cámara de diputados del Congreso Nacional en 1928, justo en los días en que la ciudad de Santiago fue azotada por un fuerte temblor, señalando: “No se dude de ello: en el dolor nos hacemos y en el placer nos gastamos. Así es como sentiría yo, si fuese chileno, la desventura que en estos días renueva trági- camente una de las facciones más dolorosas de vuestro destino. Porque tiene este Chile florido algo de Sísifo, ya que, como él, vive junto a una alta serranía y, como él, parece condenado a que se le venga abajo cien veces lo que con su esfuerzo cien 39 Centro de Sismología Nacional. Universidad de Chile. Extraído el 28.05.2019 de https://www.csn.uchile.cl/tipos-de-sismos-chile/ veces elevó” 40 . Si bien nuestro territorio está acostumbrado a sufrir permanen- temente el descontrol de la naturaleza, es un hecho indesmen- tible que, en las últimas décadas, particularmente desde el año 2010, hemos visto como terremotos; inundaciones; aluviones; erupciones volcánicas; inéditas marejadas; incendios de mag- nitudes considerables y, recientemente, tornados y trombas marinas, han azotado con ensañamiento a parte importante de nuestro país. Esto no pareciera casual, y su vinculación con el cambio climático, sumado a las particularidades geomorfoló- gicas de nuestros territorios, explican en gran medida está ya habitual situación de “catástrofe y emergencia”. Los estudios han demostrado que este aumento en la frecuencia de desastres naturales, de cada vez mayor intensidad, es con- secuencia directa del cambio climático y, demanda tomar me- didas urgentes a nivel mundial, o la situación empeorará en el futuro inmediato. El calentamiento global es una cruda realidad, eso ya no está en discusión. La atmosfera y los océanos se han calentado; es evidente la disminución progresiva de los volúmenes de hielo, elevando el nivel del mar de manera considerable en algunas regiones y, aumentado los gases de efecto invernadero. De acuerdo a lo señalado en el Informe de Síntesis 2014 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Cli- mático (IPCC) “cada uno de los tres últimos decenios ha sido sucesivamente más cálido en la superficie de la Tierra que cual- quier decenio anterior desde 1850. Los datos de temperatura 40 Ortega Spottorno José (2016): Los Ortega: Una Saga Intelectual en la Espa- ña del Siglo XX. Editorial Taurus

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