Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile
56 El Cambio Climático y Chile: Los riesgos críticos en nuestros asentamientos humanos y ecosistemas naturales. fraestructura. Se constatan zonas periódicas de inundación y se imponen restricciones urbanas crecientes sobre zonas de riesgo e imposibilidad de construcción de viviendas en los bordes costeros, como de adecuación de la estructura de servicios y la vialidad. La situación tiende a agravarse en los últimos años, ya sea por una mayor ocurrencia de estos fenómenos, como por el aumen- to de su intensidad y, porque se extiende cada crisis por un nú- mero mayor de jornadas. El reciente Informe sobre Océanos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) advierte “sobre los cambios destructivos que están en curso y que pueden declinar fuertemente las reservas de peces, multi- plicar por mil los daños causados por las grandes tormentas y dejar sin techo a millones de personas por la subida del nivel del mar producto del derretimiento de los glaciares y plataformas antárticas, así como la pérdida del suelo congelado…” 29 . A nivel mundial, científicos de la Universidad de Melbourne, Australia, utilizando múltiples mediciones desde satélites y de boyas oceánicas, determinaron que la velocidad del viento en el mar y la altura de las olas han aumentado significativamente en las últimas décadas 30 . En el centro norte de la costa chilena se produce el fenómeno denominado “surgencia”, cuando el viento sopla desde el sur y el suroeste transportando aguas su- perficiales fue de la zona costera, permitiendo que suban aguas más profundas. Las respuestas preventivas y preparatorias de nuestra infraes- tructura son muy insuficientes. Las inversiones requeridas exce- den los presupuestos públicos e incluso hay todavía un desafío 29 El Mercurio. Edición impresa del 30 de agosto de 2019 30 Véase las publicaciones de Young Lan, Departamento de Ingeniería Estruc- tural de la Universidad de Melbourne, Australia. pendiente respecto del diseño de los proyectos para establecer disipadores efectivos de energía en los bordes costeros. Otro tanto está ocurriendo con el progresivo y creciente de- rretimiento de los hielos antárticos, porque el aumento progre- sivo de temperaturas genera ese fenómeno. Las proyecciones son aún más pesimistas que la actual gravedad de esta situación antártica. Estos desequilibrios estarían produciendo efectos im- portantes sobre la flora y fauna antártica y sub-antártica, siem- pre con proyecciones más graves en el futuro inmediato. Esto lleva a la necesidad de políticas públicas nacionales específicas para sostener el frágil ecosistema antártico y requiere una ac- ción sistemática de cooperación internacional de los países que conforman el Tratado Antártico mundial.
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