Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile
49 buena parte de los fenómenos de irregularidad de lluvias con énfasis en las “lluvias cálidas” o “lluvias con isotermas altas”, antecedentes que explican los fenómenos aluvionales que han afectado distintas regiones de Chile, de modo sistemáticamente grave a partir del 2015. Si a ello se agregan las “concentracio- nes pluviométricas” y los efectos riesgosos crecientes que hemos observado con singular gravedad en las regiones de Atacama, Antofagasta y Coquimbo en el último quinquenio. Estos aumentos progresivos de la temperatura y los consiguien- tes eventos meteorológicos críticos se dan en el conjunto del territorio nacional. Esta variación climática tiene efectos ma- crozonales de distinta magnitud. La desertificación se acentúa en el norte y centro y amenaza las áreas sur y australes de Chile. Los aluviones que se han fiscalizado especialmente en el norte por el rigor del aumento de temperaturas y las lluvias imprevis- tas continúan dándose en las zonas sur y austral. Las marejadas afectan a la totalidad de nuestro litoral oceánico. El calentamiento progresivo de la tierra y el aumento consi- guiente de la temperatura atmosférica y terrestre llevan al re- ferido cambio en los regímenes de precipitaciones, las modi- ficaciones en la circulación atmosférica, en las temperaturas y corrientes oceánicas y al derretimiento de los glaciares. Ello ha sido mostrado por el equipo especializado de la Dirección Ge- neral de Aguas del MOP 22 , donde se observa un aumento de la fragmentación, el adelgazamiento y el retroceso de los cuerpos de hielo. Como antecedentes interesantes y preocupantes son los 220 kilómetros cuadrados de pérdida de los glaciares en Campos de Hielo Sur en los últimos 13 años y, los entre 1 y 2 metros de reducción media del espesor en glaciares de la zona 22 Casassa Gino, Ministerio de Obras Públicas, DGA, Unidad de Glaciología y Nieves. central 23 . Los efectos son especialmente drásticos para las especies de ani- males y plantas, donde desde 1990 la abundancia de flora y fau- na habría declinado en al menos 20% a nivel mundial. Más del 40% de los anfibios, casi el 33% de los corales y un tercio de los mamíferos marinos están amenazados, según releva el exhaus- tivo informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Eco sistémicos (IPBES) de las Naciones Unidas, que han focalizado su análisis de los efectos del Cambio Climático en los temas de la vida silves- tre 24 . La estimación es gravísima por cuanto se sostiene que ”un millón de especies de animales y plantas están amenazadas de desaparecer, muchas de ellas en las próximas décadas”…Como señal el experto Aníbal Pauchard de la Universidad de Con- cepción…”usualmente se tiende a pensar que uno conserva la naturaleza porque es bonita o porque es algo altruista, pero aquí lo que se quiere demostrar es que si no lo hacemos, está en peligro nuestra propia existencia” 25 . También es bueno rescatar lo que el Informe señala sobre Sudamérica, que presenta pre- ocupantes grados de deforestación, destrucción sistemática de sus humedales y la degradación de sus zonas costeras, tal como ha ido reafirmando el Informe sobre el Medio Ambiente que elabora periódicamente el Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, antes señalado. El conjunto de la reformación científica es lo que funda la ur- gencia de la acción en un complejo conjunto de políticas pú- 23 MOP-DGA, Primer Inventario de Glaciares, MOP, 2014. 24 ONU, Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiver- sidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES). Citado en El Mercurio, 7 mayo 2019. 25 Pauchard, Anibal, Universidad de Concepción, Instituto de Ecología y Biodiversidad.
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