Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

41 riamente asociado, patrones más eficientes de consumo, modos tarifarios adecuados, sistemas de justa competencia entre pro- ductores y distribuidores y supondrán una conducta ciudadana cuidadosa, austera y prudente en el consumo energético. En materia de actividad industrial manufacturera, también de- ben producirse importantes incorporaciones tecnológicas, para favorecer mecanismos de “producción limpia”, minimizando los impactos ambientales sobre ecosistemas frágiles, haciendo un tratamiento productivo sustentable y privilegiando la pe- queña y mediana producción. Ciertamente, la cuestión ener- gética se aplica en la producción de manufacturas con notable urgencia, al tiempo que el uso de recursos naturales supone una especialización tal que evite la idea meramente extractiva y sea consistente con los equilibrios esenciales de los ecosistemas. Es especialmente crítico lo que ocurre con los procesos iniciales de industrialización en los países de menor desarrollo relativo, los que habitualmente tienden a especializarse en la manufac- tura a partir de recursos básicos y en donde la competencia in- ternacional hace que sean los bajos salarios y el uso indiscrimi- nado de los ecosistemas naturales la fuente de su productividad. Debe imponerse un marco de colaboración internacional des- de los países industrializados para fortalecer estos procesos con asistencia técnica y financiamiento para propiciar formas de producción limpias y las bases de una industrialización verde. Es especialmente critica la situación del Agua, puesto que se re- gistra que las fuentes de agua son cada vez más dificultosas y las modificaciones climáticas, incluida la severa alteración a los regímenes de precipitaciones, hace que tengamos zonas de la Tierra con escasez hídrica estructural, gravísimo para la salud y la vida de la gente y para sostener modalidades productivas en una amplia cantidad de sectores productivos, como la minería, las manufacturas y principalmente la actividad agropecuaria. La situación del Agua en Chile es dramática y el cambio climático ha acentuado dicha tendencia a límites peligrosos. En la zona centro norte de Chile la mayoría de las comunas enfrentan, de cuatro años a la fecha, la situación institucional de escases hí- drica. Ya sea por el agotamiento de las fuentes de aguas superfi- ciales o subterráneas, como por la reducción de caudales de los ríos y disminución de niveles de las lagunas. Al cambio climático dramático, con la disminución de precipitaciones y disminución severa de nieve caída, se acompañan las debilidades de nuestra legislación que termina favorecido la sobre explotación o la es- peculación del agua. Estudios Acuciosos como el Mapa Hídrico de Chile de la DGA del MOP lo comprueba 15 . Situación igual de grave presentan en prácticamente todas las últimas tempo- radas el nivel de nuestros embalses, con información registrada en la DGA y en la DOH del MOP. Si bien se observan avan- ces tecnológicos interesantes en el uso de Agua Oceánica, en el tratamiento de aguas servidas, en el desarrollo de embalses y otras formas de acumulación, la situación sigue siendo crítica en muchos ecosistemas, en paralelo con procesos de creciente desertificación y dificultades críticas en ecosistemas frágiles. La difusión de tecnologías de extracción, almacenamiento y pota- bilización del agua son cuestiones claves del desarrollo verde que se propone para enfrentar el Cambio Climático. Estas acciones adquieren vital urgencia en Chile. Investigacio- nes sistemáticas del Centro de Ciencias del Clima y la Resilien- cia 16 afirma que asistimos a la década más cálida de los últimos 100 años y que la denominada “megasequia” afecta casi ininte- 15 DGA-MOP. Atlas del Agua (2016). 16 Disponibles en: http://www.cr2.cl/

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