Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

26 El Cambio Climático y Chile: Los riesgos críticos en nuestros asentamientos humanos y ecosistemas naturales. Muchos de los encuentros, seminarios y exposiciones fueron re- feridos a la crisis ambiental como efecto del cambio climático, y se extendió cabalmente la idea de urgencia para la adopción de políticas públicas fundamentales e inmediatas sobre la gestión en los asentamientos humanos. La realidad de crisis, de urgen- cia y de acción inmediata es una demanda fuerte y dominante de las comunidades de países expresada en Quito. Los encuentros Mundiales sobre Medio Ambiente, desde Rio de Janeiro en 1992, muestran una secuencia similar. Se reiteran diagnósticos sobre la Crisis de los Recursos Naturales, las difi- cultades fundamentales en el acceso y potabilización del agua, la desertificación de crecientes zonas históricamente de alto po- tencial agrícola u forestal, y los efectos del uso de energías con base a Carbón y Diésel, que acentúan amenazas a ecosistemas naturales y a la calidad directa de vida de la población en me- trópolis, ciudades e incluso localidades rurales. Se acumula información, cada vez más sistemática, sobre el agravamiento planetario de estas complejidades ambientales. La cuestión ambiental se asocia hoy a la urgencia de Políticas Públicas activas e innovativas, que incluyen la escala y dimen- sión global, la de los subcontinentes, la de las metrópolis, las de las ciudades de tamaño medio y el poblamiento en localidades rurales. Ello ha llevado a confeccionar Planes de Acción Globales y al establecimiento de compromisos gubernamentales crecientes. Aún con las dificultades para un monitoreo eficiente y eficaz, los organismos internacionales avanzan, “desde la declaración a la acción,” y la temática ambiental del clima comienza a ins- talarse en la agenda de los problemas políticos de primer orden en prácticamente todos los países. Como la interdependencia entre todas las Naciones es clave, se van configurando fuertes alianzas internacionales que demandan cada vez con mayor fuerza las responsabilidades de las naciones más industrializa- das del mundo. Se comienza a configurar un tipo de análisis que hace del cam- bio climático una cuestión política principal. Desde el 2000 esta problemática está en el centro de los diagnósticos e investigacio- nes científicas de primer nivel, y comienza a influir en la esfera de las políticas públicas en los diferentes continentes y países. El diagnóstico sobre este “nuevo Clima” exige una preocupación mundial de carácter global, y de Naciones Unidas y sus organis- mos especializados que avanzan en definir tareas específicas y metas complejas pero esenciales para una acción mundial sobre el Clima y que adquiere en Paris las formas del acuerdo inter- nacional más completo que concita apoyos y un debate de alta complejidad y suma urgencia. El hito de la conferencia de Paris es fundamental. Se llegó allí al establecimiento de compromisos nacionales específicos funda- mentales en la lucha contra el cambio climático. La reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y otras acciones concretas y específicas para sostener como máximo una eleva- ción de 1,5° Celsius la temperatura media de la tierra en este siglo son condiciones de sobrevivencia esenciales de nuestros ecosistemas naturales y nuestros asentamientos humanos. La urgencia está dada porque son estas acciones y compromisos, la vida en la tierra adquirirá, ya sin dudas, una forma cualitativa- mente más precaria y riesgosa pata humanidad como la hemos conocido. Muchas de estas materias sobre los efectos del Cambio Climá- tico deberán incorporar un nuevo sentido de la responsabilidad

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