Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile
212 El “salto necesario” en los sistemas de prevención y gestión de desastres. tencia territorial evidente frente a desastres tan recientes y tan definidores de zonas de riesgo inminentes. La deuda territorial debe ser asumida cuanto antes, a riesgo de tropezar muchas veces “en la misma piedra” El MINVU, los Municipios y los Gobiernos Regionales son interpelados al efecto. También las comunidades profesionales en cada territorio, los agentes privados que deben asumir urbanizaciones y construcciones de calidad superior y las comunidades locales que deberán incrementar su participación en las soluciones. La ciudadanía participa eficazmente cuando es convocada a las simulaciones de terremotos y tsunamis. Hay una disciplina demostrada que no es menor, como también se ve en las respuestas ciudadanas en los desastres mismos. Esas capacida- des que son internacionalmente reconocidas no tienen correlato en instrumentos elementales de ordenamiento urbano y regional para territorios en riesgo comprobado. Se impone una decisión política nítida para definir plazos, apurar procedimientos, generar mecanismos participativos y adoptar compromisos ciertos con lo- calizaciones eficaces. Otro tanto ocurre con la necesidad de mejoramientos instituciona- les evidentes como la creación del Servicio Nacional Forestal que recoja la encomiable historia de la CONAF, pero que proyecte una entidad con superiores capacidades, recursos y medios, que sea ca- paz de enfrentar desastres que sabemos tienen mucho de inevita- bles en el tiempo futuro. Dedicamos un capítulo especial al Sistema Nacional de Protec- ción Civil y a la Nueva ONEMI. Aunque no todo se resuelva con “ajustes institucionales”, Chile requiere entidades públicas más profesionalizadas, con mayor capacidad de convocatoria y análi- sis científico, con prácticas de simulaciones efectivas de desastres, y que sean capaces de articular mejor los esfuerzos de las FFAA, de los privados y del conjunto de las agencias públicas. Más pro- fesionales, más funcionarios en terreno y mucha más cooperación substantiva con Gobiernos Regionales y Municipios. Estos organismos han mostrado un alto compromiso para con Chile y su funcionariado ha dado muestras reiteradas de su efi- cacia. Ello, sin embargo, debe ser reforzado urgentemente. Segui- mos corriendo severos riesgos en nuestras respuestas chilenas a los desastres, porque carecemos de más profesionales y funcionarios, de una capacitación más acabada, de un aprestamiento ciudada- no más oportuno y eficiente y de un “orden jurídico institucional” que favorezca y no complejice la respuesta chilena en medio de las catástrofes. Los organismos especializados científicos de Naciones Unidas y sus más altas autoridades han insistido que el planeta dispone de no más una década para avanzar en soluciones efectivas frente al cambio climático. Ello requerirá una reducción sistemática y comprometida de las emisiones de los gases de efecto invernade- ro, nuevas matrices energéticas más limpias, procesos producti- vos naturales e industriales que reduzcan su huella de carbono y, un consumo cada vez más limpio y sustentable. El planeta puede y debe transitar desde una “mundo gris a un mundo verde”. Ello es posible, pero hay que movilizar voluntades, recursos, acuer- dos internacionales y nacionales, comunidad científica, empre- sarial y ciudadanía. Una “nueva manera” de enfrentar muestras realidades. Ese es el sentido de esta investigación que se efectúa en el Institu- to de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, entidad que hace esfuerzos por cumplir responsablemente sus propios desafíos ambientales. Se agradece la colaboración de numerosos expertos y especialistas
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=