Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

18 Acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile privada, y donde se ha reconstruido un asentamiento huma- no completo y cualitativamente mejor al precedente, no está fundada en instrumento urbano jurídico alguno de la entidad reguladora. Recién ahora, avanza débilmente un “seccional del plano regulador de Constitución” para la zona de Santa Olga-Los Aromos-Altos de Moran. Es paradójico, que antes de un mes de extinguido el Mega Incendio, se hizo un “mapa aproximado” de zonificación y uso del suelo, integrando las lo- calidades, definiendo un nuevo abastecimiento de agua pota- ble y estableciendo la localización de las nuevas viviendas con consideración de las zonas de exclusión y áreas de riesgo. O sea, en un mes se puede tener un instrumento elemental de ordenamiento territorial y eso orientó toda la reconstrucción de Santa Olga. Este esfuerzo, al que las propias familias bautizaron como “el mono”, ha permitido una reconstrucción bastante eficaz, aun- que no hay todavía avance alguno en la sanción del instrumen- to de planificación definitivo. Es sumamente ilustrativo de una carencia y falta de compromiso del conjunto de autoridades concernidas. Surgen un sinnúmero de complejos procedimien- tos y se contratan consultorías en variados temas, pero nadie toma “el toro por las astas”, como se hizo en Santa Olga. Allí hay una cuestión de decisión y liderazgo político. Las autorida- des responsables deben asumir los riesgos consiguientes. Ocurre algo similar con el ordenamiento territorial de nuestros bordes costeros. Ha costado una enormidad establecer “zonas de riesgo” y “restricciones a las instalaciones de infraestructura y de viviendas” en las zonas que sufrieron en febrero de 2010 el mega terremoto y el posterior tsunami en nuestras costas. Te- nemos una cultura particularmente escasa para la construcción de “mapas de riesgo”, aún en la versión de instrumentos sim- ples, que constaten zonas de daños que provocaron los distintos trenes de olas de un tsunami registrado. Lo máximo que existe es una señalética que establece vías de evacuación y la determi- nación de alturas mínimas seguras para resguardo. Queda allí también demostrado que los instrumentos de reordenamiento territorial avanzan débilmente o francamente no existen, con las consecuencias sobre la seguridad jurídica y las controversias entre vecinos que se presentan necesariamente. Esta materia es de urgente resolución. No admite demoras y son precisamente los “acuerdos básicos” en ordenamiento terri- torial los que se deben informar. Mucha de la cultura compar- timentada Municipal, Ministerial y Regional, debe ser supera- da. Si no lo hacemos para desastres y emergencias, que puede esperarse en situaciones normales, donde los instrumentos de planificación demoran décadas en su tramitación, y cuando llegan a su etapa final de aprobación y sanción, suelen estar “superados” por la propia práctica. Debemos avanzar decididamente en planos reguladores que den cuenta del riesgo de Mega Incendios, zonas de inundacio- nes o remoción en masa y el conjunto de normativas para asen- tamientos humanos y las zonificaciones y adecuadas densidades que favorezcan enfrentar desastres. Estas constituyen asuntos pendientes de especial gravedad en Chile. Destinaremos un ca- pítulo de propuestas específicas sobre estas cuestiones, su facti- bilidad profesional, técnica, informática, política y participati- va para las poblaciones comprometidas. Existen posibilidades de intercomunales rurales, de seccionales en territorios claves y de distintas formas de ordenamiento territorial que incluya las importantes áreas rurales de cada comuna. Analizaremos y propondremos acciones precisas para estos instrumentos de planificación territorial y urbana, con lineamientos técnicos

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