Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile
17 ria y brigadas terrestres, los débiles suministros de agua y la casi nula prevención, desataron una crisis urbana de magnitud sin precedentes. Incendios graves ha habido en la historia de Valparaíso, pero aquí estanos hablando de una catástrofe de otra magnitud. El espectáculo dantesco de este megaincendio ha quedado en el recuerdo permanente de la población y sus autoridades. Sin embargo, los avances preventivos han sido escasos y los riegos y amenazas continúan. Es especialmente crítica la ausencia de una planificación urbana que incorpore la prohibición de construcciones habitacionales en quebradas de especial riesgo, el establecimiento de normas de densifica- ción adecuadas y una normativa urbana rigurosa para cerros y quebradas. La población organizada y el trabajo mancomu- nado con el municipio local, aparecen como hechos positivos, pero insuficientes para prevenir desastres de esta naturaleza. Es urgente que estos aprendizajes sobre megaincendios forestales y urbanos, permitan avanzar decididamente en acciones de políticas públicas que sean capaces de enfrentar desastres que vendrán de un modo casi inevitable en tiempos futuros. De eso trata principalmente esta investigación. Se trata de situaciones extremas, donde reina un importante grado de confusión, donde las falencias y dificultades son evi- dentes y donde abunda la desesperanza. Aun así, también se observa una población activa, grados notables de solidaridad y hasta un grado inédito de cooperación entre agentes institucio- nales públicos. Se constata una colaboración privada creciente y el desempeño notable de Bomberos. Cuando se ordena el pa- norama de las prioridades y existe una disposición más precisa de las urgencias, el voluntariado social cumple también un rol bastante eficaz. Con una colaboración amplia de instituciones no gubernamentales y solidarias y un razonable desempeño de los medios de comunicación, se completa un modo donde la ágil disposición presupuestaria gubernamental, son capaces de sostener respuestas más que aceptables en estas inéditas catás- trofes. Chile tiene una razonable historia al efecto. Pero, es urgente una mayor capacidad de respuesta, especial- mente frente a focos iniciales de incendios, una mejora en los sistemas de información y comunicaciones, y una respuesta más asociada de agencias públicas y empresas privadas. Las expe- riencias abren un camino esperanzador, pero es urgente dotar las acciones de mayor profesionalismo, recursos y coordinación y gerencia institucional. También se puede hipotetizar sobre comportamientos de “lec- ciones aprendidas” en nuevas modalidades productivas foresta- les, en mecanismos de despliegue eficiente y eficaz de brigadas terrestres públicas y privadas concentradas para combatir el fuego y en el mejoramiento de la acción coherente y concer- tada de Bomberos, Ejercito, brigadas forestales de Conaf y de las empresas privadas. El avance en la cuestión forestal es sig- nificativo y en un plazo breve, lo que demostró que existen las capacidades, los recursos profesionales y organizativos mínimos y una voluntad política asociada de los actores relevantes. No obstante, el camino recién comienza. Contrasta ello existente con los casi nulos avances en materia de instrumentos de orde- namiento territorial. Un capítulo especial de esta investigación trata precisamente del ordenamiento territorial. No existen avances, ni siquiera menores, en los planes reguladores o en los seccionales urbanos de las comunas o zonas especialmente afectadas. Inclusos, es más, la reconstrucción de Santa Olga, que ha concitado una apreciación valorada nacional e internacionalmente por la na- turaleza de una intervención asociada de entidades pública y
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=