Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

140 Chile: Un país de tragedias y catástrofes naturales. no, del sector privado, de los actores relevantes y, sobre todo de sus habitantes. Como escribió Agustín Squella, un ilustre porteño, Val- paraíso demanda “una conversación inteligente, imaginativa, leal, en la que nadie levante la voz ni menos golpee sobre la mesa. Una conversación que sea capaz de conseguir respecto del presente y futuro de la ciudad el acuerdo que siempre hemos tenido acerca de su pasado” 125 . 5.2 Megaincendio Forestal 2017 El verano del año 2017, entre los días 18 de enero y 9 de febrero, las regiones centro sur de Chile, particularmente las de O’Higgins, Maule y Bio Bío, sufrieron el peor incendio forestal de nuestra his- toria. Una catástrofe que, por su fuerza destructiva, fue catalogada por los especialistas de la Unión Europea como el primero de los incendios de “sexta generación” 126 . Denominación adjudicada a este megaincendio por su capacidad de modificar las condiciones de la atmósfera a escala continental, lo que lo diferenciaba de los incendios de quinta generación, caracterizados, entre otros indica- dores, por su rapidez de propagación, alta intensidad energética, daño a zonas urbanas y simultaneidad de ocurrencia. Existe un alto consenso de los especialistas en este tipo de catás- trofes en la estrecha vinculación de estos eventos con el fenómeno de calentamiento global. La intensidad, severidad y velocidad de propagación del fuego se explica por una conjugación de factores muy propios del cambio climático. Prolongadas sequías; altas tem- peraturas, y humedad ambiental inusualmente bajas, que en con- junto constituyen el escenario para el desarrollo de lo que muchos llamaron “la tormenta de fuego”. 125 Squella, Agustín. “Valparaísos”. El Mercurio, viernes 25 de abril de 2014. 126 Galilea, Sergio (2019). Op. Cit. Las imágenes de Agencia Uno, publicadas en el sitio web del canal 13 de televisión (t13.cl) , muestran que la población ha reconstrui- do sus viviendas, en muchos casos con ayuda estatal, en la misma localización antes del incendio, que como se ha dicho son áreas de riesgo, y de difícil acceso. El futuro de Valparaíso y de sus cerros, no sólo como postal verti- cal, que atrae a miles de turistas cada año, sino como el territorio en donde viven (“malamente”, en su mayoría) miles de personas que demandan condiciones de vida y seguridad, es una obligación no solo de sus autoridades locales y regionales, también del gobier-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=