Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

134 Chile: Un país de tragedias y catástrofes naturales. En la última década, no solamente en Chile, sino que en la to- talidad de los continentes, hemos visto como grandes incendios, calificados como megaincendios, arrasan, con una devastadora fuerza, cientos de miles de hectáreas. En estos días (agosto 2019) en los que estamos haciendo este levantamiento, estamos en pre- sencia de una tragedia ambiental que tiene en alerta a la pobla- ción mundial: grandes incendios devoran miles de hectáreas de la Amazonía diariamente. Si bien se observó cierto desdén y des- preocupación inicial de las autoridades brasileras durante los pri- meros días de esta catástrofe ambiental, la presión mundial por la “salvación” del que es considerado el mayor “pulmón verde” de nuestro planeta ha ocasionado la movilización de recursos para intentar detener el avance del fuego. Tal es la preocupación, que fue uno de los temas tratados con prioridad en la última cumbre G7 (París Agosto 2019), acordando ayudar a los países afectados lo antes posible. “Nuestros equipos está tomando contacto con to- dos los países de la Amazonía para que podamos concretar nues- tros compromisos con medios técnicos y financieros” 112 sostuvo 112 Diario El Mercurio. Edición impresa, página A6 del 22.08.2019. el presidente francés Emmanuel Macron, en esta reunión de las principales economías del mundo. Australia; España; Portugal; Grecia; Canada; Francia; Califor- nia (Estados Unidos); Argentina y Chile son algunos de los países más afectados por incendios en la última década, como en una absurda y no deseada competencia de la mayor cantidad de hec- táreas arrasadas. Si hasta hace algunos años 200 mil hectáreas era considerado una catástrofe de proporciones, dicha cifra ha sido superada con creces y, lamentablemente, ya estamos en un escenario de megaincendios que sobrepasan las 500.000 hectá- reas por evento. Todos estos incendios y megaincendios tienen como elementos en común: un clima cálido, con temperaturas muy sobre el pro- medio, condiciones de sequía y vientos que, indudablemente, favorecen los incendios forestales y su rápida propagación. Por tanto, no es de extrañar, ni menos es una casualidad, que las zonas con mayor frecuencia de incendios sean aquellas con au- Incendios

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