Cambio climático y desastres naturales : acciones claves para enfrentar las catástrofes en Chile

13 tralia, que en los últimos dos años han enfrentado siniestros intensísimos, con un saldo de víctimas mortales numeroso y con grandes efectos desastrosos para localidades pobladas y su infraestructura. Parece hoy día más necesario y urgente que el enfrentamiento al fuego requiere mitigar riesgos previamente y ello se vincula directamente con las modalidades productivas forestales y con los instrumentos habitualmente insuficientes de ordenamiento territorial. La nueva producción forestal ha comenzado a lle- varse a cabo en las grandes empresas forestales, las que han comprometido normativas para el tratamiento de los plante- les forestales y una acción exhaustiva en prevención y reacción frente a los incendios forestales. Ello, ha implicado una política y programas coordinados eficazmente por la Corporación de la Madera, CORMA. Ese aprendizaje que Chile ha ido asimi- lando a causa de los desastres enfrentados, requiere de políticas, acciones e instrumentos más rigurosos. Las lecciones se han asimilado de modo bastante desigual. Mientras hay avances comprobados en la cooperación pú- blico-privada para el enfrentamiento de los incendios de las temporadas 2018 y 2019, no se progresa casi nada en el orde- namiento territorial, donde los instrumentos siguen desactua- lizados o simplemente no existen. Otro tanto ocurre con los “pendientes institucionales” con una nueva CONAF aún en tránsito al moderno sistema público forestal y una ONEMI que avanza muy lentamente hacia un sistema nacional de protec- ción civil. Estas dificultades en la prioridad gubernamental y en la sanción parlamentaria de ambas iniciativas es de especial gravedad. Aun así, los presupuestos públicos para 2019 han te- nido incrementos significativos en ambas instituciones. No obs- tante, Chile sigue destinando presupuestos y recursos humanos especializados bastante menores a lo que sería necesario, ha- bida cuenta de las notables pérdidas registradas en estos años. Estamos, sin embargo, con una “asignatura pendiente” graví- sima, por no poseer instituciones de mayor solidez y capacidad profesional y técnica, las que deben expresarse de modo muy preciso y adecuado en las diferentes regiones de Chile. En primera aproximación, las grandes empresas forestales han avanzado significativamente post 2017 en sus tecnologías pro- ductivas, situación que trabajaremos pormenorizadamente, tanto en lo ya reconocido, como en los desafíos futuros de gran importancia para la prevención y expansión segura de la acti- vidad. Al mismo tiempo, será de especial relevancia asegurar que esas nuevas condiciones para toda la “cadena productiva” comprometan a los pequeños y medianos productores forestales y al conjunto de las actividades asociadas del transporte, la co- mercialización y la logística forestal relacionada, los que serán tareas de especial relevancia. Ello nos lleva a reconocer tareas urgentes y fundamentales, como la reforestación y adecuación de zonas arrasadas, la plantación sistemática y especializada de especies adecuadas a cada zona y territorio, el uso eficiente y optimizado del agua y el riego, las norma de distanciamiento entre planteles productivos, localidades pobladas y la red cami- nera, las modalidades de explotación forestal sustentables y el conjunto de actividades simultaneas de producción y recupera- ción sustentables de los bosques. Todo parece indicar que las variaciones negativas del Cambio Climático en Chile, irán generando condiciones fundamental- mente adversas en el futuro cercano. La observación científica establece que la temperatura promedio en nuestro territorio tiende sistemáticamente al alza; que las sequias son cada vez

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