La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

57 en los desastres, movilizando recursos físicos y profesionales, de- finiendo con prontitud proyectos con adecuadas soluciones téc- nicas, y hasta compartiendo el esfuerzo inversionista del Estado. Eso muestra el enfrentamiento de este enorme Desastre Chi- leno y sus dinámicas de Reconstrucción. Que los chilenos uni- dos, públicos y privados, lo hacemos mejor, que se hace más perfectible y, sobre todo, oportuna la respuesta nacional. Se trata de una “unidad en la acción”, no en la apariencia ni en la foto. Es una unidad de propósitos precisa, austera y eficiente. Así Chile es capaz de reconstruir una localidad de unas 1.000 familias, la Nueva Santa Olga, que no tuvo un “salvador pro- videncial” tuvo una acción conjunta público y privada que está levantando un verdadero pueblo modelo con familias protago- nistas de un destino mejor que se han ganado con su esfuerzo, su paciencia y su propia confianza.

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