La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga
54 Los Megaincendios Forestales y los Esfuerzos Reconstructivos había que trabajar instantáneamente, donde queríamos solu- ciones y proyectos ya, dónde nadie viaja a la zona sin claridad de instrumentos y proyectos de solución. Se va construyendo una “fuerza de tarea pública” que todos dicen ahora añoraban hace mucho, por no ser habitual el trabajo inyerinstitucional e interdisciplinario. De repente en “algún segundo piso” alguien sostuvo que si trabajáramos así, siempre volaríamos. De eso se trataba, para un Chile tan poco dado a lo interministerial, al grupo de tarea, al trabajo de proyectos para, y a los financia- mientos definidos “de un día para el otro”. Un postgrado en modernización pública y trabajo en equipo. Y en uno de los via- jes, descubrimos el Vino. El Maule es generoso por sus mostos, y en los viajes nos fuimos haciendo de unas cajas de 24 botellines pequeños, que eran distribuidos sagradamente en las reuniones de coordinación. Todos salían de las reuniones de coordinación llenos de compromisos y responsabilidades, plazos perentorios, diseños proyectado y botellines. También repartíamos botellines con los Privados. Muchos no se imaginaban que era trabajar con el MOP y con el Go- bierno, al que veían distante y ajeno. En esos meses, los más destacados líderes privados de muchas empresas compartieron “reuniones, mesa y botellines”. En la mayoría de los casos el acuerdo de cooperación era rápido y hasta instantáneo. Por- que no era sólo la emergencia y container para que funcionara el Liceo, el Centro de Salud y los Bomberos. Tampoco habría viviendas de emergencia en Santa Olga. Se trata de construir la Nueva Santa Olga, aquí está el plano (el “mono” de Danie- la) y manos a la obra. También en las viviendas, y porque Pau- lina Saball y el MINVU, saben hacer “vivienda con ciudad” y urbanización completa. Así se firmaron compromisos de largo aliento, las bases de una reconstrucción sólida y de largo plazo, una empresa que, con los meses, una vez levantadas las prime- ras construcciones, comenzamos nosotros mismos a ver como de total verdad. Esa dinámica descrita, esa metodología de trabajo y ese cro- nograma de obras comprometido y después las construcciones nos llevan también a lecciones muy importantes para el futuro, donde probablemente tendremos catástrofes como éstas bajo la influencia de las nuevas modalidades del cambio climático. Existe un gran aprendizaje de la acción conjunta empresarial y de los organismos públicos, para que la respuesta inmediata al fuego sea lo más instantánea posible. Existen hoy sistemas de información y sobretodo capacidades de respuesta en distintas zonas de riesgo que permiten una respuesta eficaz y oportuna. Pero aún seguimos discutiendo sobre la institucionalidad pú- blica forestal, el denominado Servicios Nacional Forestal, por- que CONAF tiene un presupuesto para operación y de perso- nal especializado u equipos, mucho más parecido al anterior a la catástrofe que a lo que se podría esperar. Es cierto que ha habido un cambio de Administración, pero no hay razón plausible para no profesionalizar de mejor manera a una Ins- titución con grandes capacidades y habilidades demostradas. Especialmente en su distribución territorial y regional y en la temporada de Incendios que sabemos hoy más extensa que en épocas anteriores. Otro tanto ocurre con la Institucionalidad de la Emergencia, la ONEMI o el próximo Servicio de Protección Civil. Es cierto que ello implica un cambio de perspectiva institucional para una acción más profesionalizada y para una acción de preven- ción cualitativamente superior. No obstante, la demora legisla-
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