La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

48 Los Megaincendios Forestales y los Esfuerzos Reconstructivos trario. Tras ese reconocimiento hay una confianza construida, pero con proyectos y construcciones en marcha. La confianza no se funda en la mera palabra. Y esa fue siempre una prueba para todos. Son las obras concretas los que construyen con- fianzas sólidas. Cuando INDAP, a menos de un mes de controlados los incen- dios, entrega una ayuda a cada familia de pequeño propieta- rio de las zonas afectadas; cuando el catastro está completo y la ayuda llega o, cuando aparece Sercotec con un apoyo al emprendimiento en actividades productivas siniestradas y hay ayuda, capacitación y apoyo sistemático materializado en un máximo de dos meses. Así se construyó la confianza. Pero ello requiere mucho trabajo, responsabilidad de las autoridades y de los privados, porqué tampoco las familias les creen a los privados sólo porque aparecieron en la TV. Una tarde inolvidable nos encontramos con unas 200 mujeres de recolectoras de hongos forestales en Empedrado y allí con el Alcalde y la gente del Municipio, con la gente de la Secre- taría de la Mujer, el FOSIS y Sence, nos sentamos a escuchar, programar y resolver. Una cuestión compleja compleja. Y sur- gió que había experiencia en zonas forestales del Bío-Bío con cooperativas en marcha, y que era posible establecer un apo- yo mínimo en herramientas, y que se podía crear una nueva manera de comercializar y que las forestales podían habilitar zonas especiales para la recolección. El Municipio organizó en pocos días a las postulantes a subsidios laborales y productivos. Y nos juntamos todos los jueves siguientes unos dos meses has- ta que el programa despego. No teníamos grandes experien- cias de como cooperaría FOSIS y el Sence, pero se sucedieron reuniones en nivel central y en la Región y de los servicios locales con las familias. Y la desesperanza se fue convirtiendo en esperanza compartida. Nada es para la galería, nada de grandes anuncios. Silenciosa y profesionalmente. No escapa al lector que los meses de que estamos hablando teníamos primarias, elecciones presidenciales, parlamentarias y de Cores, y que como ocurrió finalmente, estábamos en la transición entre Administraciones de signo opuesto. Entonces “vadear el tema político” y de las campañas, no fue un esfuer- zo sencillo. No perder nunca la brújula de concentrarnos en la reconstrucción y en la gente. Esa conducta fue muy bien ponderada por las familias, que no se sintieron presionadas en medio de la vorágine electoral. Mucha gente que estaba pre- sidencialmente en opciones distinta, trabaja muy unida en la reconstrucción porque este era un “compromiso de Estado”. Los agentes privados tampoco habían tenido muchas experien- cias como estas. Algunas de sus empresas y de las “organiza- ciones de la solidaridad” suelen trabajar bien comprometidas en tareas específicas y comenzar a participar en las dinámicas colectivas. Cuantas veces en las reuniones con las dirigentas en el municipio de Constitución, nos juntábamos todos, inclu- yendo diálogos bastante ásperos de reclamos, reivindicaciones y desconfianzas de la gente. Compartir ello fue una enorme novedad para los privados y parte de ese conocimiento está en el diálogo construido. Arquitectos como los de la Asociación Nacional con Yves Besancon a la cabeza, dedicando mañanas enteras con las dirigentes de la cooperativa o de la junta de ve- cinos para codiseñar, sus sedes comunitarias. Estas dinámicas, enteramente nuevas, se fueron haciendo habituales.

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