La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

Los Megaincendios Forestales y los Esfuerzos Reconstructivos. 40 Han ocurrido posterior a los megaincendios chilenos, varios desastres relativamente similares, habitualmente de menor in- tensidad pero mayor violencia, como ocurrió con el episodio en California en la zona del valle de Napa (2017), donde un incendio “casi instantáneo” y de una violencia inusitada se desplegó sobre una carretera generando numerosas víctimas; como ocurrió en la última temporada en España y en Portugal, con bastante fuerza también y como se informó a mediados de julio 2018 en Suecia coincidiendo con altas temperaturas sin precedentes y más de 80 focos de fuegos operativos o en Ore- gón y Costa Oeste de USA afectando unas 70.000 hectáreas con grandes pérdidas materiales y humanas. Aunque sea de mal gusto establecer “record de respuestas”, para la magnitud de lo acontecido, aproximadamente unas 500.000 hectáreas comprometidas directamente y en una ex- tensión territorial tan enorme y con tantos focos graves simul- táneos, la respuesta chilena ha sido internacionalmente desta- cada. Los expertos mundiales que nos visitaron son cuadros profesionales con mucha experiencia y capacidad reconocida, de modo que sus juicios son muy valorables. Una rápida visión de los directivos del Ministerio del Interior, de la ONEMI, de la CONAF y de las instituciones Armadas, nos permite sin- tetizar esas opiniones. Se destaca el mando único y el modo estratégico en que se enfrentaron los megaincendios y sobre la estrategia de priorizar salvar vidas, asentamientos poblados y actividades estratégicas; el rol coordinado de las agencias públicas, destacando nítidamente el rol de las FFAA y de los Carabineros; el importante y singular rol que desempeñan los Bomberos Voluntarios como institución mundialmente muy destacada en su eficiencia y eficacia; la actitud disciplinada de la población afectada y su propio nivel organizativo y dirigen- cias; y la cooperación de entes públicos y privados, un tipo de respuesta cualitativamente superior a lo observado en la expe- riencia internacional comparable. Con igual importancia, los expertos mundiales valoraron la cooperación con las empresas y otros actores privados que vehiculizaron una cooperación efectiva, oportuna y eficiente. La respuesta asociada pública y privada es parte relevante de la experiencia chilena en la batalla de la Tormenta de Fuego. También sistematizando opiniones profesionalmente funda- das, se releva algunas deficiencias chilenas, particularmente en la prevención frente a este tipo de desastres; en la ausencia de normas reguladoras del espacio rural y de las interfaces urba- nas y por tanto la fragilidad de los asentamientos humanos en zonas forestales; en la falta de reglamentaciones particulares sobre densidades, distanciamientos y gestión de los planteles forestales y una preparación menor, en comparación con nues- tra experticia sísmica, que es internacionalmente reconocida. Las agencias especializadas norteamericanas, australianas, francesas y españolas tienen una capacidad superior por haber internalizado “el cambio climático” que a lo menos conlleva fenómenos aluvionales precordilleranos, marejadas en nues- tras costas y megaincendios rurales y urbanos, que Chile debe trabajar sistemáticamente y de manera urgente. El “largo momento del combate” y la rehabilitación son un proceso continuo, que a su vez seguirá posteriormente con el proceso de reconstrucción. El modo en que se enfrenta cada fase va estableciendo guías futuras para eventos similares. El concepto de “trabajo de todos” preside este esfuerzo. La coo- peración asociativa entre entes públicos y empresas privadas está y estará muy presente y caracterizará el proceso en cada

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=