La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

39 Para este texto hemos hecho un seguimiento sistemático de la prensa nacional, especialmente de El Mercurio y La Tercera y muy detallado del diario El Centro de Talca, el Sur de Con- cepción y el Rancagüino de Rancagua. Esa prensa llevó en sus titulares y primeras páginas en 20 días continuos la catástrofe, relegando a segundo término muchos eventos internaciona- les, nacionales, deportivos y culturales. Muchos eventos fueron suspendidos en estos territorios y Chile vivió en el entorno de los incendios prácticamente un mes. Ello ayudó a reconocer el rol de los diferentes actores que estaban participando en el combate al fuego. Así, autoridades públicas, tanto en sus enfo- ques como en el cuestionamiento ciudadano a su diligencia y prontitud de respuestas; a representantes de las empresas fores- tales, eléctricas y de servicios fundamentales que debían seguir operando y en no pocas ocasiones eran identificadas como res- ponsables; a efectivos de las FFAA y Carabineros, que jugaron roles tan vitales en las evacuaciones y en el control del orden público; en autoridades municipales que, dada la connotación local de la tragedia a lo largo de días, jugaban un papel crucial en albergues y ayuda social; en las organizaciones de ayuda y solidaridad y en los ejércitos de voluntarios, que expresaron un movimiento de personas enorme y continuo (muy fuertemente de voluntarios universitarios por las vacaciones) y porque en varios casos la ayuda solidaria fue organizada en conjunto con los distintos canales de TV. Una expresión también nítida de la catástrofe es la cooperación internacional en sus diferentes expresiones. La principal de ellas estuvo en la presencia de brigadas de combate forestal especiali- zadas de conjunto de los países latinoamericanos, especialmente Brasil, México, Colombia, Ecuador y Perú. Argentina tuvo una cooperación relativamente menor, por estar ellos enfrentando incendios forestales muy extensos, aunque de menor intensidad, en el mismo tiempo nuestro. También llegaron brigadistas fran- ceses, españoles, portugueses, australianos y norteamericanos, con altos niveles de especialización y que corresponden a paí- ses protagonistas de eventos forestales catastróficos de la última década post cambio climático, que hicieron posible también la comparación efectiva de experiencias, en donde todos los indi- cadores muestran el ataque, la estrategia y la eficacia chilena con un muy alto estándar. También la cooperación público-privada fue destacada por ellos como un elemento distintivo de nuestra respuesta y la manera siempre noble con que los experto inter- nacionales reconocen a esa especie chilena tan especial que son nuestros Bomberos Voluntarios. Tenemos una buena mezcla de ayuda eficaz también en el ámbito de los aviones y helicópte- ros de apoyo. El SuperTanker concentró en una primera fase la atención periodista y ciudadana, incluidas expectativas supe- riores a lo que podría efectivamente hacer, y posteriormente el avión ruso y otros equipos aéreos que jugaron papeles centrales en el gran combate. En muchas de estas cooperaciones internacionales, para CONAF y ONEMI principalmente se trató de una experiencia que lleva consigo capacitación, intercambio de formas de trabajo, análisis comparativos de tiempos y tipos de respuestas, estudio de nor- mativas reguladoras de la actividad forestal de otras realidades, de las normativas de ordenamiento territorial y reglamentaciones urbanas y la confección de mapas de riesgo y la consiguiente pre- vención. Un campo de cooperación abierta que le ha permitido a Chile también formar parte de diferentes redes de intercambio y cooperación para tragedias similares y amenazantes en muchos países y territorios. Formamos parte de una red internacional ac- tiva y con crecientes solicitudes a nivel mundial.

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