La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

30 Los Megaincendios Forestales y los Esfuerzos Reconstructivos construcción de una vivienda de un estándar muy superior a las tradicionales “mediaguas” de emergencia, en la mayoría de los caos me mejor calidad que la quemada, era la primera ex- presión de vida. Los Municipios, ya sobrecargados de muchas obligaciones, hicieron enormes esfuerzos colaborativos, para alojar y alimentar voluntarios en la escuela más cercana. En algunas ocasiones asistimos a la construcción de tres o cuatro viviendas de emergencias simultáneas en un punto acordado por las familias afectadas y eso reducía costos y construcción. Estaba por lo demás el apuro para anticiparse a las lluvias y habitualmente la instalación del “baño rural” iba a posteriori, con la programación de la ONEMI. Empresas constructoras apoyaron esta faena, buscando soluciones lo más prácticas po- sibles para posteriormente “ensamblar la casa”, pero hacer un radier y una buena base son esenciales para el funcionamiento de una construcción sólida. La gente del Minvu iba “atrasito” con el reconocimiento de propiedad de la familia damnificada, la postulación y aceptación del subsidio rural completo que permitía soluciones incluso superiores a los 65 metros cua- drados. Notable trabajo asociado, del que llevábamos regis- tro semanal en terreno. A los Techo hay que sacarles el som- brero porque ellos solos materializaron más de 500 viviendas de emergencia y sobretodo porque los voluntarios trabajaron ininterrumpidamente a lo menos hasta Semana Santa. Al pro- metido 21 de mayo, todas las viviendas transitorias habían sido terminadas y sólo en una minoría de casos quedaba pendiente la instalación del kit sanitario. La enorme mayoría, aproxima- damente unas 1.000 familias volvieron a vivir en su localidad previa e iniciaron su integración a la nueva vida productiva con el apoyo de INDAP, Sercotec o FOSIS. Esta nueva vida de esa ruralidad profunda no habría sido posible sin la coo- peración privada, porque a lo menos unas 200 soluciones son la expresión de la solidaridad empresarial local, incluyendo la propia construcción de la vivienda. Familias que autoconstru- yen de por vida, pero que recibieron un apoyo clave para su reconstrucción. Similar a la labor de regularizar y hasta re- parar la pequeña escuela, asegurar que los caminos operen y que el sistema de agua potable rural más cercano sea capaz de disponer una modalidad de distribución oportuna. La rehabilitación productiva y laboral, soluciones habitaciona- les rurales materializadas y los apoyos de las entidades públicas y privadas, están en la explicación del porque en estos extensos territorios siguió habiendo actividad económica y fuentes labo- rales esenciales. Esa gente sabe que en el primer tiempo habrá mucha faena productiva en la limpieza, en la producción de madera tiznada y después habría que enfrentar una refores- tación con alguna reconversión que la tierra permita. Pero a mediano plazo comenzará a producirse un desabastecimiento de madera esencial para el pleno desarrollo de la industria fo- restal. El punto es que, a esa altura, presumiblemente desde 2019 a 2024, se haya generado alguna alternativa productiva propia para estas comunidades y exista protección social para esas familias. http://www.ahoranoticias.cl/galerias/?galeria=188804#images

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