La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

22 Los Megaincendios Forestales y los Esfuerzos Reconstructivos Se configura entre el 15 de enero y el 6 de febrero de 2017 un período vertiginoso. Los hechos se suceden con un dramatismo inusitado. Lo que era en principio unos cuatro a cinco incen- dios grades se convierten en catástrofes desoladoras. En 24 a 48 horas nos encontramos con más de 500.000 hectáreas fores- tales, agrícolas y de uso habitacional, directamente afectadas y con muchos incendios gravísimos y totalmente descontrolados, a merced de los vientos y las condiciones climáticas, frente a lo que se respondía con cortafuegos y protección de población, de centros poblados y actividades estratégicas. Esto es trasmitido “en directo” por la TV y la radio nos informa desde los lugares más apartados, con un registro que va sumando a la extensión del drama y el descontrol. Se multiplican las brigadas terrestres de CONAF, con una carga de trabajo continuo hasta el agota- miento total y el reemplazo inmediato, las brigadas del Ejerci- to aparecen cada vez en más lugares. Otro tanto ocurre con el trabajo en terreno de Carabineros y las brigadas de las grandes empresas forestales todos están en su límite trabajando a turno continuo. Vialidad del MOP con su maquinaria propia y su ad- ministración directa comienzan el refuerzo de los cortafuegos, convocan a los privados y muchas empresas de la construcción y mineras se suman a la tarea, llegando a los primeros 100 kiló- metros de los cortafuegos, 200, 300, llegamos a alrededor de 520 km construidos y es el 6 de febrero cuando esa labor concluye en su fase principal. Es un trabajo frenético con jornadas híper ago- tadoras, pero va creciendo la convicción sobre que es posible. Son muchos sentimientos encontrados. Desde los distintos te- rritorios se trasmite el combate, se convoca como nunca a em- presas privadas, se disciplina la ayuda y la solidaridad, se repar- ten raciones y agua entre los combatientes, se trabaja de modo permanente, en una expresión efectiva de 24/7, la batalla de Paredones en el secano costero de O’Higgins, en los inicios del Megaincendio, entre Pumanque, Pichilemu, Coltauco son los primeros incendios al finalizar enero donde estamos “ganándole a la Tormenta de Fuego”, se reprograman los apoyos aéreos, la gente anhela que le toque el avión grande o el ruso o los nuevos más pequeños pero de gran operatividad práctica, el comando central de operaciones aéreas trabaja con saturación total, es una guerra contra el clima, el tiempo, la defensa de los poblados es una guerra civil y militar, de medios para enfrentar al fuego, de una CONAF enfrentada a la catástrofe más de su historia ins- titucional, que se moviliza gente de todas partes, surge un volun- tariado práctico que requirió instrucciones de las autoridades. Como el Megaincendio tiene centenares de focos, cada Alcalde, en su comuna, dirige sus fuerzas a la defensa de sus pueblos, se pone de acuerdo con el MOP y las constructoras privadas que hacen cortafuegos, organiza a sus propias familias damnificadas. La gran batalla contra la Tormenta de Fuego es un conjunto de unas 200 batallas específicas localizadas en la loca y dura geo- grafía del secano costero entre Pichilemu y Tirúa. Arde Chile en esos territorios, los mismos que fueron los más afectados en el te- rremoto del 27 F de 2010, como si la naturaleza se ensañara con ese Chile profundo, pobre, campesino y lleno de problemas y ca- rencias. También es el Chile de las familias nobles y agradecidas, de la gente que sabe que las peleas grandes se ganan uniéndose, sufriendo y luchando. Es la cara humana de una tragedia que se ensañó más de 20 días con pronóstico catastrófico y reservado como si el “fuego eterno” estuviera llegando de verdad. http://www.ahoranoticias.cl/galerias/?galeria=188804#images

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=