La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga
193 ción rural dispersa y que permita el uso racional del recurso agua, en estrecha relación con la respectiva Dirección Ge- neral de Aguas (DGA) y la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del MOP. Establecer adicionalmente, en conjunto con los privados, zonas en las que tendrían factibilidad pequeños embalses y otras obras captadoras del recurso agua. f. Definir con precisión los sistemas de tendido eléctrico en cada territorio, señalando con rigurosidad, en planos a confeccio- nar, las zonas de resguardo y cuidado de dichas líneas, que aseguren la plena seguridad operativa del sistema eléctrico y disminuyan severamente los riesgos de incendios y otros ac- cidentes; y, g. Establecer condiciones estrictas para la instalación de activi- dades productivas en las actuales zonas rurales no reguladas, de modo de sustituir la aplicación excepcional del artículo 55 de la Ley de Urbanismo y Construcciones por una normativa general y con visión de conjunto y de largo plazo, también regulando los loteos urbanos y habitacionales, superando la actual normativa sobre las parcelas de agrado. 4. Definir en zonas forestales demayor riesgo al fuego, mapas operativos de gestión del apoyo aéreo y terrestre para enfrentar incendios declarados. Tal como se definió para la región de O’Higgins a fines de 2017, es fundamental establecer Mapas Operativo de gestión aérea para enfrentar incendios forestales, en el que se definieron las zo- nas de aeródromos, los puntos de operación de helicópteros, los lugares preestablecidos de abastecimiento de agua y el conjunto de otros elementos vitales para el combate aéreo, complementa- rio al combate terrestre. Especialmente en lo referido a: a. Construir el mapa de riesgo por incendios forestales, sobre la base de las zonas más afectadas en la temporada de los me- gaincendios (zonas afectadas, sentido de la propagación del fuego y asentamientos en riesgo inminente) y catastrarlo con la temporada siguiente, donde se deben establecer las zonas más propensas al fuego; b. Definir las capacidades operativas de instalación aérea (aero- puertos, aeródromos y pequeños aeródromos) que se consti- tuyan en bases operativas efectivas para el despliegue de las unidades áreas específicas, estableciendo adicionalmente las fuentes de abastecimiento continúo de agua y los requerimien- tos de personal, combustibles y demás aspectos operativos; c. Unificar y potenciar los medios aéreos conjuntos de CONAF, Fuerza Aérea, Ejército, empresas privadas, clubes privados y aportaciones previsibles y/o efectivas de cooperación interna- cional, para actuar “como un todo” en el combate al fuego; d. Establecer los enlaces con los Clubes Aéreos privados a fin de optimizar sus instalaciones y medios aéreos y logísticos al efecto; e. Definir simultáneamente la gestión conjunta de ataque te- rrestre, priorizándose las rutas de enfrentamiento al fuego, los abastecimientos y la operación unificada de las brigadas terrestres y,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=