La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

177 tinua describiendo como vivió la emergencia: “La viví primero siendo dirigente, se olvida un poquito el tema de la familia, el tema de su entorno y se preocupa más de los vecinos, pero sí la viví en cuanto a apoyo de muchas perso- nas, apoyo externo , apoyo de los que estaban en ese momento, del gobierno, del municipio, de la PDI, de carabineros, de militares, de muchas personas, quizás nos faltó a todos un poco de coordinación, que yo creo que siempre pasa en estos casos, pero la viví de verdad bastante mal, pero también, yo creo que un poquito más tranquila cuando uno sabe que parte de su familia ya está a salvo, y uno se queda ahí, un poquito dando la cara por sus vecinos.” Continúa, “ … cuando empezamos a visualizar que el incendio se nos estaba acercando y nos organizamos con algunos vecinos para hacer limpieza del bosque, la limpieza del río, para tratar de hacer algún tranque, conseguirnos máquinas, quizá no todos los vecinos - de primera - como que tomaron muy en cuenta la prevención, pero después cuando ya se fue acercando, dos días después, antes del incendio, tres días antes del incendio, la gente si se empezó a dar cuenta de que venía pesá la cosa, empezaron a aparecer más vecinos y obviamente ese día que llegó la ONEMI, donde nos dice que tenemos que hacer una evacuación preventiva, claro como uno siempre dice, el dueño de casa, en este caso, el presidente de la junta de vecinos, independiente del alcalde o no, pero en su lugar es el presidente de la junta de vecinos, en su localidad, y nosotros dimos la alerta, no todo el mundo la consideró, sintieron que no, que estábamos poco menos que jugando, que no cabía toda la gente en los buses, que no tienen donde llegar, a pesar de que estaban habilitados los colegios, había buses de carabineros, de bomberos, de militares, de la municipalidad, entonces como que costó un poquito hacer entender a mucha gente de que el incendio ya estaba muy cerca de nosotros, ese día no llegó, pero al otro día sí.” Hablando del proceso de reconstrucción, recuerda que hubo un decisión acertada en que la autoridad, el gobierno, el municipio y los dirigentes estaban en una mesa desde el primer día buscan- do las soluciones para los vecinos, tal como relata: “... yo felicité, nosotros pedimos que se hiciera una mesa de esa misma manera y agradece- mos al gobierno de turno porque nos consideró, al municipio también, y creo que fue importante porque lo que decíamos antes, aquí no primó el tema ni político ni el tema de los egos, nada, aquí lo que primaba era buscarle la solu- ción a las personas que habían sido siniestradas y no tan solo de Santa Olga, de Los Aromos, de Altos de Morán, creo que esto sirvió para que mucha otra gente también actuara de la misma manera en que nosotros actuamos, podían ellos también tener un ejemplo de cómo se consiguen las cosas y creo que la mesa es importante para muchas personas, los dirigentes a veces no damos el ancho para algunas personas, supuestamente, creo que nosotros sí lo dimos, porque encaramos la situación, solicitamos puntos muy importantes, tratamos de buscar algunas medidas necesarias para poder enfrentar la situación que se nos venía y creo que se nos consideró, siento que esta mesa sí tiene un logro muy importante que es que los dirigentes en su momento fueron muy bien es- cuchados, se tomó en consideración, lo que si a lo mejor, después con el tiempo, uno se va dando cuenta, vuelvo a decir, algunos tropiezos que nos dimos y que tenemos que efectivamente hacer un mea culpa, a lo mejor por hacer las cosas muy aceleradas o tratar de darle solución lo antes posible, cometimos errores, digo lo cometimos porque también soy parte de la mesa, no puedo dejar sola- mente a una persona que se equivocó, no, nos equivocamos todos.” Continuando con su relato, nos cuenta su visión respecto a la entrega de bonos por parte del gobierno: “…Yo creo que eso fue un tema muy valorable, que nos ayudó bastante, yo siempre lo digo, cuando llegamos a Santa Olga, y vimos que ya era un pueblo perdido definitivamente, nos sentimos como un indigente, en la calle, sin nada, sin nada, sin siquiera poder volver el ojo a un vecino, porque el vecino también perdió su casa y muchos de los que teníamos parientes en otros lugares tampoco nos abrieron mucho las puertas, porque era una cantidad enorme de gente que quedó sin nada, ahí es cuando el gobierno nos dice, saben que, van a tener un apoyo de un bono de enseres, de un bono transitorio, claro que uno se siente apoyado, porque allí no tienes nada, perdiste tu trabajo, todo, y saber que tienes que empezar de cero de nuevo, a arrendar, a buscar un lugar para entregarle a

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