La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

172 La Visión de los Actores: una aproximación cualitativa de 146 informantes claves yeron la población en Los Aromos para 270 familias” (132). Todos los informantes coinciden que sin esta organización de las familias y la interlocución establecida con el Gobierno Central y Regional y el Municipio, no se podría haber avan- zado como se hizo y que ello debiera constituir un aprendi- zaje futuro para todos. También se valoran los vínculos que las dirigentes lograron con los donantes y empresas privadas, lo que favoreció una relación que todos aprecian como cons- truida y de largo aliento. “A veces llamábamos a los de De- safío y habitualmente resolvían los problemas y no eran sólo amables, sobre todo la señorita a cargo del Liceo y la gente de las viviendas” (67). 21. Todos los observadores coinciden que un hecho clave ocu- rrió el 26 de febrero de 2017 en la Municipalidad de Cons- titución, cuando se suscribió el primer seccional urbano bá- sico de la Nueva Santa Olga (“el mono” del Minvu, hecho por Daniela Soto) (124). En ese instante, las organizaciones de vecinos agrupadas en la “Mesa de Trabajo con Gobier- no y Municipio” estaban en una incipiente organización y no era fácil salir del estado de emergencia en que todos se encontraban. Se suscribió aquel mapa, que sería la orienta- ción general y física de muchas decisiones futuras, y que hoy día se mantiene vigente con muy breves adecuaciones. Ese instrumento fue vital. Personeros gubernamentales, muni- cipales y los dirigentes coinciden en que “esa” es la planifi- cación que se requiere. En dicha reunión estaba el General Iturriaga del Ejército, aun responsable del orden y la segu- ridad general; “Me sorprendió que al final estuvieran todos de acuerdo y estábamos sólo a un mes del incendio” (66), representantes de las empresas donantes comprometidas “Allí miraban a Arauco y a los otros donantes con afecto y sintieron que ésta era una oportunidad única” (90”. “Avanza- mos hasta que estuvimos de acuerdo” (111). “En la hora de esta inauguración recordamos tanta lucha y tanto esfuerzo que no fue en vano” (122). Las tensiones principales que todos recuerdan estuvieron siempre entorno de los Bonos que se entregaron, especial- mente el de residencia transitoria que se renovaba “mes a mes” y en donde los listados ofrecían siempre alguna inter- pretación. Se destaca, por todos, la actitud de colaboración responsable de las dirigentes y que “nadie se llevaba la pelota para la casa” (119). También que en los debates y disputas a veces airadas, frente a las autoridades, siempre primó un clima de colaboración. Isabel Ubal, la dirigenta que en oca- siones protagonizó reclamos y protestas dice: “Yo en honor a la verdad, a mí no me gusta quedar bien con Dios y con el diablo, yo soy bien honesta, hay una cosa que me encanta que hizo el gobierno de izquierda y que la valoro, la respeto y la voy a aplaudir siempre, pero hay otras cosas que también me molestan y de parte de los dos gobiernos, se prometió muchas cosas que no se cumplió y si se sabía que no se iban a poder cumplir, yo sí valoro que se intentaba, que estaba ahí, jugándosela, pero hubo cosas que no se cumplieron, quizás hubo la intención, no sé” (130). En los esfuerzos reconstruc- tivos, las dirigentas fueron variando sus exigencias, siempre a más, especialmente cuando se comienza a apreciar que la infraestructura va avanzando. “Mientras más avanzábamos más querían las dirigentas. No era fácil mantener las deman- das en un marco controlado porque ya era difícil financiar. proyectar y hacer todo lo comprometido” (97). “Las familias eligieron entre diseños de vivienda, tanto los que tenían sitios y propiedades establecidos y legales como los que constitu-

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