La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

171 nes, tuvimos una gran ayuda para trabajar con la DIPRES” (91). Ministerios y Servicios Públicos en el nivel central y en el regional trabajaron codo a codo, enfrentando y superan- do un sinnúmero de dificultades burocráticas y presupues- tarias, desafiando la arraigada compartimentación pública. Todos los informantes del ámbito público así lo reconocen y lo tienen asumido para su experticia futura. Se valora la mecánica de trabajo, todos los lunes a mediodía en el MOP y todos los jueves desde temprano en la Intendencia y el Gobierno Regional en Talca, semana a semana “los jue- ves de coordinación se constituyeron en una mecánica de trabajo precisa, en un lugar de coordinación eficiente y en una dinámica de trabajo franca y cordial” (35). Aquellos que, en primer turno, entregaban informes de cuenta so- bre lo productivo, laboral y habitacional de emergencia y, un segundo equipo, para la reconstrucción de Santa Olga. Reuniones ejecutivas, con control de avance, presupuestos, seguimiento a los procedimientos especiales, licitaciones, relaciones con los privados y, vínculos entre el nivel central y regional. Relaciones claves con Interior y Dipres, reasig- naciones presupuestarias incluidas. Pero, coordinados y en tiempo record. Varios coinciden en lo dicho en una de las reuniones por un contertulio habitual... “si trabajáramos siempre así, el Gobierno volaría…” (141). Muchos temas complejos fueron abordados en esa mecá- nica de trabajo y alta exigencia. Situaciones delicadas y de muy difícil solución, como las temporeras de las callampas de Empedrado. “Hicimos un trabajo muy interesante con las mujeres recolectoras de hongos en Empedrado, pusi- mos de acuerdo al Sence, a Trabajo, al FOSIS y al Sernam, para lo más importante, encontramos una solución” (142). 20. Las organizaciones de las familias constituyeron desde el ini- cio una instancia de trabajo en su relación con el Municipio, el Ministerio de Vivienda y la coordinación de la reconstruc- ción central y regional. Esa mecánica de “mesa de trabajo” es rescatada por todos los informantes como la clave del éxi- to. “Muchas veces llevábamos nuestros pliegos de peticiones exigentes y concretos y siempre se nos dio alguna solución, algunas demoraban, más las únicas tensiones que recuerdo eran con el pago de los Bonos, pero igual los problemas se resolvían” (85). Entre los dirigentes, había una gran mayoría de mujeres y ellas llevaban los debates en un plano de mucha concreción y de demandas específicas. Esto fue adquiriendo distintas dinámicas, pero siempre fue un buen termómetro de los sentimientos y aspiraciones de las familias. Los informan- tes rescatan por sobre todo su representatividad y el haberse convertido en interlocutores válidos para todos. “Nos senti- mos valorados y teníamos al frente a la Ministra o al Sub- secretario, que venían de Santiago especialmente a juntarse con nosotros. Ellos tuvieron harta paciencia con nosotros, y nosotros les tuvimos siempre mucho cariño” (111). Varios ob- servadores rememoran reuniones conflictivas, especialmente en el periodo de mayo a agosto 2017, cuando muchos pro- yectos se encontraban en estudio y en diseño. También res- catan la constitución de “mesas temáticas”, como ocurrió en torno al Complejo Educacional y a la Cooperativa del Agua Potable Rural. “Nosotros al principio no creíamos que se iba a hacer toda esa gran obra del APR y al final nos visitó hasta el Embajador de Qatar para darnos 5 millones de dólares… fue muy emocionante” (28). En la mesa educacional recuer- dan a esta altura: “Debatimos el modo de diseño del Liceo y del Jardín Infantil, tuvimos cinco versiones que fueron corri- giendo los arquitectos, con mucha paciencia, pero las familias

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