La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

157 El Director de CONAF (23) sostiene “desde el inicio y so- bre todo después de la pérdida de los brigadistas en Vichu- quén, constatamos que teníamos lo que más tarde defini- ríamos como Tormenta de Fuego”. Opinión similar del Subdirector de ONEMI (92) “antes de los incendios generalizados se avanzó rápido en la ayu- da internacional de urgencia”. Particularmente, desde RREE, se reconoce en “como la Unión Europea activa su sistema de apoyo para Chile como país asociado y de mu- chos países desarrollados y de América Latina” (108). Esta estrategia de combate al fuego tuvo resultados claves en la defensa de la vida de las personas. Como señala el Subsecretario Aleuy (3): “desde el punto de vista de pérdi- das de vidas humanas, este siniestro causó la muerte de 11 personas, de las cuales 3 corresponden a causas directas, es decir, de personas que no lograron escapar de las llamas. Por razones indirectas, cuatro fallecieron en el combate del incendio (3 brigadistas y 1 bombero); dos que trabajaron en la evacuación de personas (carabineros) y, dos por ac- cidentes de tránsito vinculados a los incendios forestales (1 bombero y 1 civil). Si este siniestro se compara con otro de similares características, el número de personas fallecidas como víctimas directas del incendio, son sustancialmente más bajas. El último incendio ocurrido en Portugal este año dejó un saldo de 64 personas fallecidas y la mitad de ellas no alcanzó a evacuar del lugar”. 3. Sobre la coordinación de los agentes que enfrentaron la Tormenta del Fuego, si bien mayoritariamente se desta- ca una “coordinación y sinergia creciente” (49), varios IC muestran que ello demoró un tiempo el ajuste “interinsti- tucional”, hasta que los incendios afectaban ya a tres re- giones continuas del centro sur y se definió, una vez de- cretado el estado de catástrofe constitucional, un mando civil y militar conjunto en cada región. Muchos valoran que cada dura jornada implicó un aprendizaje mayor, hasta encontrar un “lenguaje y propósitos comunes” (34), especialmente de IC provenientes del mundo institucional público. Recuerdan estas jornadas (las del ataque al fuego, como las de la reconstrucción) como instancias “únicas y valorables” (81), “entre gente con la que se trabajaba codo a codo, aun conociéndose por vez primera en estas contin- gencias” (121). Este esfuerzo de coordinación también es visto como muy eficiente y eficaz en el territorio. En cada una de las regiones se reconoce una modalidad de acción conjunta interregional sin precedentes. “El aparato públi- co funcionando unificadamente, superando el enfoque de Ministerio o Servicio aislado. y muy integrados en el terri- torio con los Municipios” (131). 4. Existe unanimidad de los informantes sobre el muy positivo rol desempeñado por las FFAA y Carabineros en esta catás- trofe. Se destaca particularmente y la organización de las evacuaciones que salvaron cientos de vidas (25); la labor cla- ve del Ejército y sus brigadas forestales (123); el insustituible rol de la Fuerza Aérea y, su apoyo a la operación de las na- ves nacionales y externas en fases claves de incendios (41); el rol de los directivos superiores de las FFAA en cada región del país en estado constitucional de catástrofe y, su manejo directo y eficaz con los diferentes servicios públicos (3). En materia de orden público y seguridad, Carabineros tiene un enorme reconocimiento y muchos valoran también el

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