La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

109 En el lugar donde antes había una localidad llena de vida, aho- ra solo había restos de muros de las casas destruidas, pudiendo observarse las quemadas y retorcidas planchas de metal que por años cubrieron los techos y restos de utensilios domésticos, los que se amontonaban en un sector de Los Aromos. El com- promiso era que la reconstrucción se haría en el mismo lugar, a excepción de las viviendas que estaban en zonas de riesgo. Se inició de inmediato las conversaciones con los vecinos, de manera que se retiraran del lugar lo antes posible para iniciar la remoción de escombros y preparación de terrenos para la reconstrucción del pueblo. Claramente el primer paso era comenzar a derribar los muros quemados de algunas casas que aún estaban en pie, para luego emparejar los terrenos e iniciar las obras de construcción de las viviendas definitivas. Fueron varias las toneladas de escombros que retirar, así como también importantes movimientos de tierra para emparejar los terrenos y dejarlos plenamente habilitados para la reconstrucción de las viviendas y el trazado de las calles. Primera tarea: retiro de escombros y preparación del terreno. Extraída, el 17 de agosto desde: http://www2.latercera.com/noticia/

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