Cambio climático y desastres naturales : una perspectiva macroregional
99 de aguas turbulentas que remueven mucho material y se desplazan a altas velocidades. Nos estamos refiriendo a una de las amenazas más recurrentes y complejas en el país, que si bien se ha producido con mayor intensidad en el norte, ha tenido expresiones australes trágicas como el episodio de la Villa Santa Lucía en 2019. Los Aluviones son de los desastres más graves productos del calen- tamiento climático, porque nuestra estructura geográfica favorece especialmente la existencia de estos fenómenos críticos. La particu- laridad chilena es que las macrozonas y grandes territorios donde existe esta amenaza son enormes y, como en el caso crítico de Mar- zo de 2015 se produjeron simultáneamente enmás de 1000 kilóme- tros de norte a sur. De un modo más habitual, aunque últimamente más extensos en cobertura territorial y en duración, se dan con oca- sión de los últimos inviernos altiplánicos en nuestro extremo norte. Casi simultáneamente tuvimos un aluvión durísimo con muchas víctimas en Chiloé continental, a unos 1200 km al sur de Santiago. Las políticas y acciones para enfrentar estas amenazas latentes son los diseños y la construcción de estructuras disipadoras de ener- gía que permiten que el agua “amaine su velocidad” y deposite parte importante de sus sedimentos y otros materiales que condu- cen. Así ha ocurrido en Antofagasta, Taltal, Tocopilla, Chañaral, Copiapó y otras localidades de la macrozona Norte. También el aprestamiento de la población para evacuaciones programadas, la limpieza anticipada y exhaustiva de quebradas y hasta el diseño y la construcción de calles con geometría que faciliten evacua- ciones guiadas. Todos los proyectos de altísimo costo. Es necesa- rio avanzar decididamente en los instrumentos de ordenamiento territorial que establezcan zonas de riesgo con prohibiciones de construcción, diseño y construcciones de viviendas con sus res- pectivos muros de contención y proyectos de importancia vial y urbana considerando estos graves riesgos. En muchos ecosistemas naturales este fenómeno se da con una progresión tal que se gestan desequilibrios graves en prácticamente todas las “dimensiones humanas y de seres vivos”, haciendo que este fenómeno amenace ser irreversible. En importantes territorios de gran vocación y potencial, especialmente de zonas con bosques nativos, se observa y observaron una creciente destrucción y degra- dación de esos ecosistemas 122 , con la consiguiente pérdida de bio- diversidad y aumento de la contaminación y la pérdida de su valor económico y el incentivo a procesos migratorios de las familias. Las políticas de acciones al efecto son de gran complejidad y costas, como aquellas que buscan “resistir líneas de desertificación”median- te acciones sobre esos suelos, desplazamientos urgentes de riego y fer- tilización de tierras, recuperación paulatina de tierras agrícolas extin- guiéndose, y un conjunto de acciones complementarias para atender a las poblaciones desplazadas y asegurar sus servicios esenciales. Las acciones, programas e inversiones públicas y privadas no han sido particularmente incidentes en el empoderamiento de la de- sertificación, por lo que investigadores independientes coinciden en una agudización del problema por insuficiencia de las acciones conectivas y preventivas. Las Quebradas y Cursos de Ríos amenazadas de Desliza- mientos y Aluviones. Como se ha observado trágicamente en muchas zonas del Norte, los nuevos regímenes de lluvias “cálidas” y/o fueras de temporada y en territorios ignotos, han activado las correntias y torrentes de cordillera a mar. Ello ha llevado a que “antiguos curso rivereños” o “quebradas inactivas y añosas” se conviertan en cursos activos 122 Astorga, Luis, et.cl. , Chile necesita…, of.cit.
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