Cambio climático y desastres naturales : una perspectiva macroregional

81 regional y local” capaz de convertirse en actor principal de las demandas ciudadanas y, a lo menos, en cogestor del proceso de desarrollo. Ello se amplía cuando existiendo liderazgos territoria- les de importante reconocimiento ciudadano, dichos liderazgos proyectan acciones comunes con el sector privado y la ciudadanía organizada. Ello fue captado de modo muy completo en un señe- ro documento de la SUBDERE en 2001 91 . De modo que constata una diferenciación territorial evidente en Chile por consideraciones geográficas, ecosistémicas, produc- tivas, históricas y culturales, el país debiera avanzar decidida- mente en una descentralización acorde con esas realidades. Si ello ocurre, las entidades del “gobierno territorial” serán actores muy influyentes en el desarrollo y el acontecer social y económi- co regional y nacional. Eso es precisamente lo que ha ocurrido en torno a los Desastres Naturales gatillados por el Cambio Climático. En los últimos años, estas entidades de “gobierno subnacional” han ido impo- niendo una voz, generando acciones en su ámbito de competen- cia, gestando cooperaciones con los Municipios, creando alianzas bastante destacables con el sector privado y, como no podría ser de otra manera, siendo expresión de los movimientos y organiza- ciones sociales de su comunidad territorial. 91 Ministerio del Interior, SUBDERE, El Chile descentralizado que queremos: un proyecto de fondos, Santiago, 2001. Ello abre campo a la idea de manejo y gestión de los territorios específicos, señala competencias y cubre una sección significativa de los recursos de inversión pública y establece funciones a los GORES sobre cuestiones ambientales y de ordenamiento terri- torial, de fomento productivo y de gestión de la inversión pública vía en Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Es eso lo que ha permitido desplegar un “actor público territorial” significativo 89 . Otro tanto ha ocurrido con los Municipios. Ellos manejan, vía Fondo Común Municipal entre otros, de acceso a recursos públi- cos importantes para su funcionamiento y para la inversión pú- blica, especialmente vinculado a sus roles reafirmados en la salud pública y la educación municipal. Tratándose de una entidad que elige periódicamente autoridades (Alcalde y concejales) el Munici- pio es visto como la entidad estatal más cercana a la ciudadanía y allí las organizaciones plantean y procesan sus demandas 90 . Gobiernos Regionales y Municipios son, en consecuencia, enti- dades claves de la “gobernabilidad territorial”, embrión funda- mental de un proceso descentralizador complejo, puesto que debe coexistir, no sin dificultades gruesas, con el Estado Unitario, sus instituciones y la cultura centralista aún prevaleciente en Chile, en todos los ámbitos y en todos sus actores. En la medida que se afianza un proceso descentralizador, “en cá- mara lenta” según muchos especialistas, se abre paso a un “poder (oculta) de la descentralización chilena, Revista DRd, Desenvolvimiento Regional en Debate, Vol I, Nº1, Sao Paulo, Diciembre 2011. 89 Véase, Dazarolla, Gabriela, Descentralización en Chile: avances y tareas pen- dientes, Asesoría Técnica Parlamentaria, Biblioteca del Congreso Nacional, Valparaíso, 2011 90 Véase Jiménez de la Jara, Marcela, Antecedentes sobre el origen y la evolu- ción del Municipio en Chile, Revista de Trabajo Social, P. Universidad Católica de Chile, 1983. Ahumada, Jaime y Fuenzalida, Carlos, El proceso de planificación municipal: actualidad y futuro de lo local, E/CEPAL/ILPES/R.36, Santiago, 1981.

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